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Mujeres en ÁfricaTanto en las sociedades africanas tradicionales, como en las sociedades urbanas, predominan, como en los otros cuatro continentes, las sociedades en las que la situación social de la mujer es inferior a la del hombre en muchos aspectos de su vida familiar, cultural, política.
El inmenso desierto del Sahara divide a Africa en dos regiones musicales diferenciadas. La música del norte comparte muchos rasgos con la de Oriente Medio.
La música subsahariana es conocida a lo ancho del mundo por sus ritmos sofisticados. Los conjuntos de tambores, xilófonos y otros instrumentos tocan siguiendo varios modelos rítmicos y métricas diferentes que crean estructuras complejas llamadas polirítmicas. Incluso instrumentos musicales diferentes a los de percusión, como la Mbira o los cuernos se tocan de manera percusiva , por ejemplo, tirando de una cuerda o acentuando fuertemente la voz.
160416LITMiaCouto 750x500El escritor mozambiqueño Mia Couto considera que los autores africanos están contribuyendo a cambiar la imagen y los estereotipos de África y a mostrar que cuenta con “una diversidad y una pluralidad que ningún otro continente tiene”.
Los escritores jóvenes africanos ya no tienen ese “complejo” de sentirse obligados a escribir sobre los clichés de la “África salvaje” y cuentan todo tipo de historias, explicó Couto, quien participó en el Festival Literario del archipiélago luso, antes de viajar a Barcelona para hablar de su última novela La confesión de una leona.
Premio Internacional Neustadt
Con varios galardones en su haber, incluido el Premio Internacional Neustadt de Literatura (2014) al conjunto de su obra, António Emílio Leite Couto (Maputo, 1955) —conocido simplemente como Mia Couto— es el escritor mozambiqueño con más trabajos traducidos a otras lenguas.
Para el autor de Tierra sonámbula (1992) —obra considerada uno de los 12 mejores libros del continente—, la literatura de los autores africanos está ayudando a superar la imagen de África como una única realidad homogénea que existe fuera de sus fronteras.
“Están mostrando que África no es solo eso. África tiene una diversidad y una pluralidad que ningún otro continente tiene de forma tan intensa”, señaló el mozambiqueño, que como muestra de esa heterogeneidad apuntó a la riqueza lingüística del territorio, que concentra el treinta por ciento de las lenguas del mundo.
El sueño de ser psiquiatra
Antes de desarrollar su prolífica carrera en la escritura, el sueño del joven Couto era ser psiquiatra, pero lo dejó de lado para luchar por la independencia con el Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo).
La independencia, que llegó en 1975 tras el fin de la dictadura salazarista en Portugal, y la posterior guerra civil (1977-1992) marcaron su vida y su escritura. “En aquel momento era una ficción compartida por todos los mozambiqueños, el gran sueño de tener una nación independiente. Era como si estuviese escribiendo mi propia vida y al mismo tiempo la historia de mi país”, explicó.
Mirar al mundo
Como integrante de esta comunidad de habla portuguesa Couto fue galardonado en 2013 con el Premio Camoes —el Cervantes de las letras lusas—, aunque reconoce que este premio no goza de mucha relevancia internacional.
Aunque ha cultivado numerosos géneros y en su extensa obra abundan los cuentos y las novelas, Couto asegura que el género que más le apasiona es la poesía porque le dio “no solo el placer de poder escribir, sino de mirar al mundo de otra manera”.
En su mirada sobre el mundo también influye la profesión que compagina con su faceta literaria, la Biología, en la que pone “el mismo alma” que en la escritura. “Con la Biología descubro una cierta intimidad que perdí, que todos perdemos, con aquello que pensamos que está lejos: la planta, el animal, el bicho. Tanto la literatura como la Biología rescatan ese sentido de parentesco y de familia que tengo que tener con las cosas y las criaturas”, reflexionó.
Mozambique en la escritura
La “injusticia social y racial” en Mozambique fue el desencadenante para que Couto se interesase por la política, carga que ha conseguido superar en las últimas cuatro décadas, en las que también ha cambiado la situación de la literatura africana, aunque él no sabe si logrará dejar de escribir sobre su país.
“Es mi patria, estoy escribiendo siempre sobre Mozambique (…). Todo mi imaginario y toda mi fantasía nace en Mozambique”, reconoce. Una de las señas de identidad de su escritura es la innovación lingüística, con la creación de nuevos vocablos y la introducción de términos de las lenguas africanas que se hablan en Mozambique, un proceso en parte dirigido a afirmar su “identidad nacional”. “Mozambique habla un portugués propio y las personas dejan en él marcas de su propia cultura y su propia lengua (…). Simplemente dejé la puerta abierta para que esa oralidad entrase en el texto y ocupase su lugar”, explicó.
El autor de Un río llamado tiempo, una casa llamada Tierra recuerda que en su país se hablan más de 25 lenguas y que para el 90 por ciento de los mozambiqueños el portugués es apenas una segunda lengua. El respeto por esta diversidad lingüística es, a su parecer, una de las exigencias a tener en cuenta al hablar de lusofonía. “Debería haber una idea plural de la lusofonía; ‘lusofonías’, en vez de ‘lusofonía’ en singular. Y permitir que cada país tenga su propio proyecto de la lengua portuguesa como instrumento de creación de la identidad y la unidad nacional”, argumentó.
Como es lógico, el desarrollo del conocimiento humano, el desarrollo de las ciencias y de la tecnología se debe a la acumulación de los avances producidos a lo largo de milenios por toda la humanidad y en todos los continentes. Sin embargo, Europa se ha esforzado por hacer creer al resto del mundo que la historia de la ciencia nace en el continente europeo.
En este empeño por europeizarlo todo no ha escatimado el uso de todo tipo de triquiñuelas : desde la ocultación de información, la tergiversación de la misma o la falsificación, en un intento por hacernos creer que el resto de la humanidad debe estar agradecida a las aportaciones que de Europa ha recibido.descarga
Se dicen verdades a medias, como cuando se habla de Pitágoras o Tales de Mileto como precursores de las matemáticas ocultando su ascendencia fenicia (Líbano) y su constante relación con colegas africanos.
Se dice que el compás magnético de Neckam es similar al chino, en vez de reconocer que fue inventado en China.
Se europeizan los nombres de científicos y descubrimientos no europeos ocultando su procedencia, como en los casos del egipcio Claudius Ptolemeaus, del argelino-tunecino Constantine, de los persas (Irán) Ibn Sina (Avicenna) y al-Ghazali (Algazel).
Se habla del cometa Haley como si éste fuera su descubridor cuando era ya conocido por los chinos 2.500 años antes.
Se nos enseña sobre creaciones europeas inexistentes, como en el caso del alfabeto griego que es de origen sirio-libanés, ocultando la procedencia africana o asiática de multitud de términos lingüísticos.
De tecnologías similares a las europeas se las asocia a la ciencia y a las africanas al arte en un intento por minusvalorar la aportación africana a la técnica o sobrevalorar la aportación europea. Se falsifican las fechas. El nacimiento de la ciencia moderna es a menudo asociado con el siglo XVII, haciéndola coincidir con un periodo de actividad intelectual más intensa en Europa.
Pero es difícil de concebir el desarrollo de las matemáticas sin los números indo-arábigos, sin la creación del cero como concepto matemático y la existencia del álgebra creada por los árabes; es difícil pensar en el desarrollo de la ópticas sin al-Haitham y al-Kindi. Es difícil de concebir las aportaciones de Galileo sin el péndulo. El sistema numérico indo-arábigo revolucionó el pensamiento matemático facilitando el uso de decimales y la solución de ecuaciones complejas. Se nos presenta a Gutenberg como el inventor de la imprenta con caracteres móviles, ocultando a los impresores anteriores como el egipcio Ibn Yunus o el chino Pi Cheng que mucho antes que Gutenberg ya utilizaban los tipos móvibles.
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La imprenta, la pólvora, el compás, el papel moneda, el reloj mecánico, el helicóptero, el paracaidas, la taladradora, son inventos chinos. El timón fijado en la popa de los barcos, el ábaco, el péndulo, el juego de ajedrez, el taladro, el cincel y la cuña son todos inventos de origen no-europeo. La navegación a vela y la rueda que revolucionaron las comunicaciones son de origen africano. El molino de viento y el molino de agua, precursor de la turbina moderna son de origen persa. Las técnicas del vidrio, del esmalte y la porcelana se importaron tardíamente a Europa. Documentos financieros como el cheque que abrieron nuevos caminos al comercio son de origen árabe. Esta lista se podría agrandar eternamente, pero tampoco es nuestro ánimo dar la impresión de que Europa sólo ha vivido de las rentas científicas creadas por otros.
Si pensamos en la arquitectura, se nos presenta a los romanos como los arquitectos e ingenieros que dieron los principales saltos cualitativos en las técnicas de construcción. Pero se olvida las antiguas realizaciones persas; el primer túnel bajo el agua se construyó en el antiguo Irak; raramente se enseña sobre un hecho tan notable como el terraplén egipcio del valle de Garawi, construido 850 años antes; o las terrazas de piedra de Gwoza en el noreste de Nigeria, o las fortificaciones de Benin compuestas por más de 500 nucleos urbanos fortificados, interconectados, y que ocupando más de 5.000 kilómetros cuadrados continuan siendo en la actualidad una de las obras de ingeniería mayores del mundo.
Pocas veces hemos leido que la revolución industrial se desarrolló en gran medida en base a las técnicas importadas de Asia y que el enorme desarrollo de la producción textil pudo ser posible sólo gracias al proteccionismo de los empresarios ingleses que prohibieron a la India la producción de tejidos, convirtiendo a ese pais en un mero exportador de algodón en crudo y en un importantísimo comprador de la producción inglesa. Si hablamos de alimentación, las patatas, el cacao, gran variedad de alubias, las fresas, el maiz, el girasol, los tomates, la yuca, etc., etc. la humanidad se lo debe a la especialización agrícola de los pueblos de mesoamérica, raramente reconocida.
Tecnología africana
Los africanos subsaharianos desarrollaron la metalurgia en una época muy temprana, posiblemente alrededor de 1400 años AC, los africanos orientales empezaron a producir acero en hornos de carbón, extendiéndose muy lentamente hacia el oeste, no generalizándose a todo Africa hasta el siglo primero.
Hace más de 5.000 años en Egipto, los africanos desarrollaron su sistema de escritura jeroglífica, la escritura conocida más antigua. El desarrollo de la escritura egipcia (hierático) daría origen más tarde, al nacimiento de los sistemas de escritura Tifinagh (berebere) y Copto (etíope), inspiraría los sistemas de escritura hebreas y árabes e indirectamente el griego, latino y cirílico.
DSC 7190 web36Ya se ha mencionado cómo, la invención en Africa de la rueda y la navegación a vela supusieron una revolución para el progreso de las comunicaciones. Igualmente, hemos hablado de las aportaciones de la ingeniería africana en construcciones como el Gran Zimbabwe, las terrazas de Gwoza en Nigeria y las fortificaciones de Benin. Habría que añadir otras importantes obras arquitectónicas como las iglesias de Lalibela en Etiopía, los obeliscos de Axumite y esfinges sudanesas (Nubia) y las pirámides egipcias.
Algo que llama la atención de los visitantes de otros continentes a algunos paises africanos es la gran variedad, belleza, colorido, texturas y estilos de las vestimentas autóctonas. Además, no es raro encontrarse con algunas de estas ropas utilizadas en determinadas festividades o acontecimientos sociales que pertenecieron a sus abuelos o incluso de más antigüedad. Pero aún suele ser más sorprendente el conocer la gran variedad tecnológica que ha ido creando esta riqueza textil.
Estas tecnologías se han desarrollado durante muchos siglos, y han variado en cada región dentro de cada país a lo largo del tiempo. Aunque la fibra textil más utilizada desde hace más de 500 años ha sido el algodón se pueden ver otras muchas fibras de origen diverso utilizadas separadamente para un determinado tejido o combinadas entre si en una misma creación; desde cortezas de diversos árboles o el pelo de muchos animales hasta sedas procedentes de diferentes artrópodos.
Con la llegada de los colonialistas y para sacar mayor rendimiento a sus propias tecnologías y maquinarias fueron prohibiendo la venta de tejidos tradicionales fabricados con muy diversos tipos de planta de algodón e imponiendo la producción de unos determinados tipos de plantas. Lo mismo sucedió con la producción de seda. Mientras que antes, el tipo de vegetación de cada región proporcionaba diferentes tipos de alimentos a los gusanos de seda, dando como resultado diferentes colores y texturas en los hilos utilizados para la fabricación de la seda, la imposición de determinados gusanos fue acabando con las variedades regionales existentes hasta entonces.
Por otra parte, la introducción de nuevas fibras no ha reemplazado la utilización de las fibras anteriores y es normal encontrar productos en los que se utilizan fibras diferentes en una misma tela consiguiendo variedades muy diversas de colores y texturas.
Hoy día podemos ver en muchos museos de arte a la mayoría de las creaciones tecnológicas africanas y no en museos de la ciencia que serían los apropiados. Cuando objetos similares de creación europea son contemplados en estos últimos museos se hace evidente la intención deliberada de trivializar las realizaciones no europeas.
El colonialismo paralizó el desarrollo de la tecnología en Africa prohibiendo la producción local de muchas de las artesanías autóctonas e inundando el mercado de productos europeos que venían a sustituir la producción africana. Y esto se realizó en todos los sectores, desde los textiles, las herramientas para la labranza o la industria farmaceútica.
En el terreno de la medicina, además de suplantar o despreciar la farmacia africana, se llegó a marginar de los trabajos médicos , durante muchos años, al personal africano, importando personal europeo para esas tareas. Pero estas leyes discriminatorias no se redujeron a la medicina. En 1909 un constructor nigeriano de barcos de vapor fue amenazado con la carcel por las autoridades coloniales británicas.
Tras la descolonización y, ya en tiempos más cercanos, los países africanos se enfrentan a problemas nuevos, algunos de ellos consecuencia de la herencia colonial, como son: la alta obsolescencia de la tecnología contemporánea, la pérdida de mano de obra experimentada y especializada por su emigración a Europa y América, el alto costo de patentes y licencias, la imposición del FMI de políticas de ajuste estructurales que directa e indirectamente afectan al crecimiento económico y al desarrollo tecnológico, aunado a la corrupción de muchas administraciones que desvían constantemente muchos recursos financieros hacia el enriquecimiento personal.
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