Las egipcias además de bellas saben golpear duro
La primera vez que vi a Nadia Andel Hmid me sorprendió. Es una mujer de un metro 80 centímetros de estatura, fuerte, de manos grandes. Habitualmente lleva una camiseta roja que representa a su equipo de boxeo. “Siempre me ha gustado este deporte, desde niña lo practico, rompiendo el tabú de los egipcios, y mira ya donde estoy”, dijo con los ojos alegres, como quien se siente feliz por todo lo logrado.
Comenzó en el mundo de los guantes y el cuadrilátero a los 12 años. Hoy a sus 27 y luego de participar en varias competencias nacionales e internacionales, se desempeña como entrenadora de boxeo femenino en El Cairo.
“Es muy exigente con todas nosotras, el entrenamiento es muy fuerte, pero nos gusta porque es la única manera de estar bien preparadas para las competencias”, comenta Sohayla Magdy, miembro del equipo juvenil de boxeo femenino de Egipto.
En esa nación africana, los prejuicios hacían ver al boxeo como un deporte exclusivo de los hombres, sin embargo, en los últimos años el conservadurismo se ha relajado, de modo que las mujeres ya pueden practicarlo. “Esto ha hecho que cambie la manera de pensar de toda la familia. Por eso estamos creando una base para que este deporte llegue con más fuerzas a campeonatos internacionales”, destaca Nadia.
En la actualidad, la joven egipcia es fuerte, con una conducta más abierta y menos sumisa. La tolerancia le ha permitido practicar cualquier deporte y mostrar su igualdad con el hombre. Sohayla, por su parte, dice que las diferencias quedaron atrás. Haciendo un conteo entre golpes a las guantillas de su entrenadora Nadia y sin perder la concentración, proyecta su voz y dice: “Como mismo hay muchachas que juegan al fútbol o cualquier otro deporte, a nosotras nos gusta el boxeo y eso no nos hace diferentes”.
Tal vez por eso Iman, la madre se Sohayla, no se pierde un solo entrenamiento de su hija. Observándola en el cuadrilátero, emite un grito típico de las egipcias que solo ocurre cuando hay grandes emociones. “Yo nunca pude hacer esto, había muchos prejuicios, por eso ahora le di la oportunidad a mi hija para que lo lograra”, afirma Iman con los ojos aguados. Unas 300 atletas practican el boxeo femenino en Egipto. Así, lo que antes parecía utopía, hoy se ha convertido en realidad.