FAO
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indicó hoy, en su último análisis de inseguridad alimentaria y malnutrición en Sudán, condiciones de hambruna en localidades como El Fasher y Kadugli.
Un informe presentado por esa entidad internacional, de conjunto con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), basado en la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), confirma que el hambre se agudizó en las regiones occidentales de ese país africano.
El problema es particularmente grave en Darfur del Norte, Darfur del Sur, Kordofán Occidental y Kordofán del Sur, donde el conflicto armado y las severas restricciones de acceso están provocando un marcado deterioro del hambre y la malnutrición, apunta el reporte, que evidencia marcados contrastes a lo largo de las líneas de conflicto.
De tal forma, en las zonas donde la violencia disminuyó y es posible el acceso humanitario y la recuperación de los mercados, la seguridad alimentaria comenzó a mejorar, pero en las áreas más afectadas por los enfrentamientos, prácticamente aisladas de la asistencia humanitaria o bajo asedio, la hambruna se extendió.
El documento, publicado este miércoles por la oficina de prensa de la FAO, hace un llamado a un cese de las hostilidades en Sudán que posibilite “el acceso humanitario seguro, sin trabas y sostenido, que se necesita con urgencia para prevenir más pérdidas de vidas y proteger los medios de subsistencia”.
El último informe especial de CIF mostró que, para septiembre de 2025, la inseguridad alimentaria aguda había mejorado ligeramente, con un estimado de 21,2 millones de personas, que representan el 45 por ciento de la población, con altos niveles de inseguridad alimentaria aguda, que corresponden al índice CIF 3+.
Sin embargo, 3,4 millones de personas ya no se enfrentan a esos niveles de hambre críticos, en comparación con el análisis anterior, que evaluó la etapa de diciembre de 2024 a mayo de 2025, una mejora relacionada con la estabilización gradual en los estados de Jartum, Al Jazirah y Sennar, donde el conflicto sudanés se atenuó.
En contraste, se estima que a partir de febrero de 2026 el hambre empeorará en las regiones occidentales de esa nación, a medida que se agoten las reservas de alimentos y continúen los combates.
Es difícil predecir la situación que enfrentarán de unas 841 mil personas en las zonas más afectadas, como El Fasher, Kadugli, Dilling y partes de Kordofán del Sur, precisan los expertos.
Rein Paulsen, director de Emergencias y Resiliencia de la FAO, expresó al darse a conocer esos datos que a pesar de los inmensos desafíos, esa organización y sus socios “mantienen su compromiso de apoyar a las comunidades dondequiera que el acceso lo permita”.
“Restablecer el acceso y facilitar la producción local de alimentos es fundamental para salvar vidas y proteger los medios de subsistencia”, añadió Paulsen.
Desde mediados de abril de 2023, Sudán se encuentra sumida en una guerra interna, tras avivarse las contradicciones por cuestiones de poder entre el jefe del Ejército, Abdel Fatah al-Burhan, y el líder de las RSF, Mohamed Hamdan Daglo.
Fuente: Prensa Latina
Publicado por AiSUR
Premio Nacional de Periodismo Necesario Anibal Nazoa 2020


