Chad, ya debilitado por crisis alimentarias recurrentes, se enfrenta a una nueva tragedia: lluvias torrenciales han afectado a las 23 provincias del país, provocando inundaciones devastadoras.
Las cifras son alarmantes: más de 500 personas han muerto y miles de familias han visto sus casas arrasadas por las inundaciones. Además, más de 400.000 hectáreas de tierras agrícolas han sido destruidas, comprometiendo la seguridad alimentaria en un país donde el hambre ya afecta a más de 3,4 millones de personas.
La infraestructura también está paralizada, con carreteras y puentes sumergidos, lo que hace que el acceso a las zonas de desastre sea especialmente difícil para los trabajadores de socorro.
Las mujeres embarazadas, que son especialmente vulnerables, se encuentran en campamentos improvisados sin acceso a atención sanitaria básica.
En respuesta a esta crisis humanitaria, se han desplegado 248 parteras para brindar atención de emergencia, mientras se han distribuido kits de higiene esenciales a 12.000 mujeres y niñas.
Fuente: africanews.
Publicado por AiSUR
Premio nacional de periodismo necesario Anibal Nazoa 2020