Unión Africana
Mediante una resolución, adoptada en su 34 Cumbre, la Unión Africana condenó el bloqueo económico de EE. UU. a Cuba
Movidos por la sangre que fue la misma en tiempos ancestrales, y que se unió después, derramada sobre el polvo de la tierra originaria, cuando la Isla acudió a su defensa bajo nubes de metralla, Cuba y África honran, constantemente, esa solidaridad genuina en la que ambas se ofrecen y se agradecen.
Muchas veces dijo gracias el Continente Madre, cuando Cuba ayudó, y llevó, además, cartilla y lápiz, y prodigó salud y salvación ante aquella amenaza de la epidemia grave que fue el ébola. La Mayor de las Antillas nunca dejó de estar y, cuando sobrevino este peligro actual, no se marchó, al contrario, se multiplicó allá.
¿Cómo hacer creer, en África, que es la patria caribeña un antro de terror, que merece aislamiento, que ha de ser sometida al genocidio de un bloqueo nunca visto contra país alguno?
África, que en la piel de sus siglos tiene las heridas hondas de terroristas reales, de genocidas, de saqueadores imperiales, conoce los resortes humanos que mueven a la Revolución de Fidel, y condena toda acción contra ella, y alza la voz, sin ambages, con coraje frontal, para rechazar, unánime, como acaba de hacer la Unión Africana (UA) ante la persistencia del cerco económico, comercial y financiero de la más grande potencia conocida.
En su 34 Cumbre, la ua anticipó, mediante Resolución, su posición al sufragio anunciado en la onu para mayo, y la Isla, conmovida, le respondió en voz de su canciller, Bruno Rodríguez Parrilla: «Agradecemos el continuo reclamo de los hermanos países africanos para el cese del bloqueo de ee. uu. a Cuba, y las expresiones de solidaridad con nuestro pueblo».