La segunda de siete turbinas de la central hidroeléctrica de Lauca abastece hoy de electricidad la zona norte angoleña en medio de restricciones por la escasez de lluvias y cuando aumenta el consumo por la época de calor.
Se trata de 330 megawatt (MW) que se incorporaron a una deprimida red de distribución que solo llega a siete de los más de 28 millones de personas que residen en Angola.
El ministro de Energía y Aguas Joao Baptista Borges dio la arrancada el fin de semana a la turbina, que se sumó a la que entró en operaciones el 4 de agosto pasado y en espera de las otras cinco, que lo harán en el transcurso de 2018 hasta completar los dos mil 70 MW de capacidad generadora.
El sector energético angoleño tiene como propósito llegar a servir mediante sus redes a 14 millones de Angoleños en 2025.
Como parte de sus programas, el gobierno prevé concluir en un lustro la central de Caculo Cabaza (2100 MW) también sobre el río Cuanza como sus homólogas de Lauca, Cambambe y Capanda. La idea es pasar de dos gigawatt a 9,9 para responder también a los proyectados planes de desarrollo industrial.