El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la resolución 2473, que extiende por 12 meses más el embargo de armas por la vía marítima a Libia.
Esta medida fue considerada muy importante con el fin de cortar el suministro de armamentos a ese país que padece un conflicto de larga data y sufre una fuerte crisis humanitaria.
La representación de Sudáfrica en el Consejo de Seguridad recordó que hace dos meses comenzó una escalada en ese territorio africano y destacó que urge impulsar cuanto antes una reconciliación.
No hay una solución militar para Libia, señaló el embajador sudafricano Jerry Matthews Matjila y recalcó que las sanciones a esa nación no deben afectar el suministro de asistencia humanitaria.
Por su parte, la delegación de Costa de Marfil coincidió en la necesidad de un proceso político y apoyó el embargo de armas por la vía marítima.
En tanto, Indonesia demandó más apoyo para los trabajadores humanitarios y condenó los ataques a la población civil.
Hace más de siete años comenzó el conflicto en Libia y ahora, al meno 820 mil personas requieren ayuda humanitaria para subsistir: de ellas, 250 mil son niños, arrojan cifras de la ONU.
A pesar de los acuerdos de paz firmados en Marruecos en diciembre de 2015, Libia está sumida en el caos y la violencia desde 2011, cuando una intervención militar de la OTAN propició el derrocamiento y asesinato de Muamar Gadafi.
En la nación petrolera del norte de África continúan las pugnas por el poder y el accionar de milicias, entre ellas grupos considerados terroristas, mientras aumenta la criminalidad y el tráfico de personas y armas.