La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos instó hoy al gobierno de Camerún a investigar la violencia que dejó el 1 de octubre al menos 10 muertos en el sudeste y noroeste del país. El portavoz de la oficina Rupert Colville precisó en declaraciones a la prensa que las pesquisas deben ser rápidas, efectivas, imparciales e independientes, en aras de garantizar una rendición de cuentas apropiada.
De acuerdo con el vocero, fuentes creíbles indican el uso excesivo de la fuerza por cuerpos de seguridad para reprimir protestas de la comunidad anglófona. Zonas de Camerún, sobre todo la ciudades de Kumba y Buea, fueron el domingo pasado escenario de manifestaciones y choques con el Ejército y la Policía, como resultado del reclamo de derogar una medida que obliga a jueces, abogados y maestros de áreas de mayoría angloparlante a utilizar el francés, y proscribe el uso del inglés en las radioemisoras locales.
Colville reiteró las preocupaciones expresadas hace tres días por el secretario general de la ONU, António Guterres, quien también abogó por investigaciones en torno a los incidentes. El portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos recordó que las protestas y la escalada de tensiones han estado presentes en los últimos años en zonas angloparlantes del país africano, donde muchos de sus habitantes denuncian discriminación a favor de la mayoría francófona.
Llamamos a las autoridades a la calma y a tomar medidas para evitar más violencia, las personas tienen derecho a la protesta pacífica, dijo. Colville reconoció que el presidente camerunés, Paul Biya, condenó el propio domingo todas las formas de violencia y convocó al diálogo para encontrar una solución duradera a la crisis.
Fuente: PL - Observatorio de medios del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños.