El presidente de Túnez, Beji Caid Essebsi, y el jefe del Gobierno libio sostenido por la ONU, Fayez al Serraj, analizaron el diálogo abierto por las partes en conflicto en Libia para tratar de resolver la guerra que desde hace seis años asuela el país.
Fuentes locales explicaron que el encuentro giró en torno a la reunión que días atrás celebraron en París Al Serraj y el mariscal Jalifa Hafter, el hombre fuerte del este de Libia que no reconoce el Gobierno que sostiene la ONU.
En este sentido, el propio Al Serraj insistió ante la prensa que la solución pasa por el respeto a los principios establecidos el pasado 25 de julio en la capital francesa y el consenso entre las partes. "Todas las partes están de acuerdo en que la solución a la crisis debe emanar del consenso político y del respeto a los principios expuestos por cada parte en este acuerdo", insistió el responsable libio.
Una solución que aún parece lejana después de que días atrás Fathi al Mariami, el portavoz del Parlamento en Tobruk, leal a Hafter, insistiera en que la citada cámara, elegida en 2014, no apoya la política de Al Serraj porque "contradice los principios de la Constitución".
Aún así, el presidente tunecino expresó, una vez más, el apoyo de su país a Libia y al diálogo emprendido, y reiteró que la solución de la crisis "está en manos de los propios libios". Essebsi garantizó, asimismo, el deseo de Túnez de proseguir con la colaboración bilateral, especialmente en el terreno económico y en el de la seguridad.
La reunión se produjo escasas 24 horas después de que el nuevo enviado especial de la ONU a Libia, Ghassen Saleme, viajara por vez primera a Trípoli y se entrevistara con Al Serraj en la capital libia.