Portavoces oficiales nigerianos calmaron hoy las aprensiones sobre el verdadero estado de salud del presidente Mumhammadu Buhari, cuyo retorno al país anunciaron para el próximo sábado.
El mandatario, de 74 años, ha hecho varios viajes a Londres para internarse en un centro de salud con el fin de tratar una dolencia cuya naturaleza nunca ha sido revelada por medios autorizados, los cuales se han circunscrito a la versión de que requiere descanso.
Buhari, que preside el país mayor productor de petróleo de Africa, faltó a varias reuniones del gabinete y disminuyó el ritmo de sus actividades oficiales desde que en marzo pasado regresó tras permanecer siete semanas de una estancia que estaba programada solo para dos.
El pasado 8 de mayo el jefe de Estado salió de nuevo con rumbo a Londres, pero demoró su partida algunas horas para recibir a 82 adolescentes femeninas que permanecieron secuestradas durante tres años por el movimiento armado islamista Boko Haram, su principal jaqueca de varias de carácter político y económico.
La liberación de las muchachas fue conseguida tras laboriosas negociaciones entre el Gobierno y los fundamentalistas, pero se ignora qué elementos intervinieron en el acuerdo, los cuales se mantienen en reserva.
Durante la ausencia del mandatario, el Poder Ejecutivo pasó a manos del vicepresidente, Yemi Osinbajo, quien en varias ocasiones desmintió rumores de que la enfermedad que padece Buhari es incurable.