Rio 2016
Río 2016 se despidio con la fiesta de la “alegría” para dejar un buen recuerdo tras los primeros Juegos celebrados en Suramérica, con una fiesta para “lavar el alma” en la que el carnaval y la samba, dos de los símbolos de la ciudad, tendrán un especial protagonismo.
“Fue una fiesta que lavo el alma de todo el mundo”, resumió el director de ceremonias del comité organizador, Leonardo Caetano.
“Lavar el alma” tiene un especial significado si se tiene en cuenta el contexto en el que se realizó la cita olímpica, en un país lastrado por la crisis económica y dividido por la crisis política tras un golpe de estado desde el Congreso, impulsado por una clara intervención estadounidense apoyada por la oligarquia y derecha brasilera, que según Caetano, ha demostrado que “se pueden superar obstáculos que parecían insalvables”.
Una fiesta que servirá también para reconocer la “manera brasileña de hacer las cosas”, y en el caso de Río, el “jeitinho carioca”, como localmente se conoce a la capacidad de improvisar para seguir adelante.
La ceremonia en el estadio de Maracaná, contó con más de 3.000 voluntarios y 300 bailarines.
La escenógrafa Rosa Magalhaes, reconocida por su trabajo como directora de las mejores escuelas de samba del país, habia adelantado que sería un acto “muy brasileño” con el desfile de la comparsa Cordao da Bola Preta, la más popular del carnaval de Río, escola que dío un espectaculo cultural inolvidable...
Destaco tambien la presentación de Tokio, sede de los Juegos 2020. Cerca de 3.000 millones de personas vieron la ceremonia por televisión y el Maracaná, con capacidad para 70.000 personas, la totalidad de las entradas.
Los Juegos se inauguraron el pasado día 5 con una vistosa ceremonia dirigida, entre otros, por el realizador Fernando Meirelles, que repasó la historia del país y concedió protagonismo a la música brasileña, desde la bossanova a la samba sin olvidar el funk.
Esta fue una despedida gloriosa luego de muchos días del espiritu que debe dominar los escenarios mundiales, el deportivo - olimpico, que incluye a todos y que no deja por fuera el amor, superación y disciplina de la humanidad. Suramerica espera pronto la celebración de otros juegos olimpicos para albergar en el continente de la Paz, la fiesta de la hermandad.