El Congreso Nacional Africano (CNA), la histórica formación con la que Nelson Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica en 1994, volvió a ganar las elecciones presidenciales del pasado miércoles, pero perdió la mayoría absoluta por primera vez desde el fin del apartheid.
El CNA alcanzó 159 de los 400 escaños de la Asamblea Nacional (Cámara Baja del Parlamento), cerca del 40,20% de los votos; Cyril Ramaphosa seguirá al frente de la formación, tendrá que pactar con otras formaciones políticas.
En segundo lugar lo logró la Alianza Democrática (AD, centroderecha liberal) de John Steenhuisen con el 21,7% de los sufragios, que mejora el resultado de 2019, cuando obtuvo el 20,77%. La AD es el principal partido opositor, heredero de la dirigencia política blanca que se oponía al apartheid y tradicionalmente asociado al voto de la minoría blanca, que representa el 7,7% de la población sudafricana.
El uMkhonto weSizwe (Partido MK), la nueva formación del expresidente Jacob Zuma (2009-2018), que ha irrumpido en sus primeras elecciones generales con el 14,6% de los votos y ha arrebatado la tercera posición a los Luchadores por la Libertad Económica (EFF) de Julius Malema, que antes de los comicios destacaban como la tercera fuerza del país y ahora bajan al cuarto lugar con el 9,5%. La aparición del MK ha influido significativamente en la división del voto al CNA.
Cerca de 28 millones de sudafricanos estaban llamados el pasado miércoles a participar en la cita con las urnas. La IEC sitúa la tasa de participación provisional en el 58,61%, por debajo del 66% de 2019 pese al entusiasmo palpable en la población. Los sudafricanos votaron entre 70 partidos y 11 candidatos independientes a los 400 miembros de la Asamblea Nacional (Cámara Baja del Parlamento), que a su vez debe escoger al presidente. También escogieron a las autoridades de las nueve provincias del país.
Fuente: Agencias
Publicado por AiSUR