La fabricante de juguetes senegalesa Awa Gaye presenta sus muñecas a una niña en su stand, en Dakar, Senegal / Foto: REUTERS/Ngouda Dione Derechos de licencia de compra
Los fabricantes locales de juguetes de Senegal están experimentando un auge en la demanda antes de Navidad, y los vendedores esperan ganar participación de mercado con productos de alta calidad que reflejen la cultura y los valores del país.
Senegal, un país de mayoría musulmana, tiene una fuerte tradición en la que las distintas religiones comparten y disfrutan de las festividades de las demás. Un ejemplo de ello es la Navidad en la capital, Dakar, donde la ciudad se ilumina con adornos en diciembre y los mercados navideños atraen a familias que buscan regalos.
Awa Gaye, cofundadora de la marca de juguetes Yeewu, se encontraba entre los vendedores de un concurrido mercado navideño este mes. Lanzó el negocio después de tener una hija y darse cuenta de que había pocos juguetes que la hicieran sentir valorada.
"No podía verse reflejada en los juguetes con los que jugaba. Por eso, decidimos crear una marca", dijo Gaye.
Las muñecas Yeewu están adornadas con peinados y ropas africanas y llevan inscripciones en wolof, la lengua local ampliamente difundida. La idea todavía es nueva para algunos padres senegaleses, que a veces le piden muñecas blancas o que escriban en francés.
Otro productor local, Racky Daffé, fundador de la marca de juguetes senegalesa Alyfa, es conocido por sus juguetes que promueven la cultura senegalesa, como figuras de luchadores tradicionales o muñecas que vienen en una amplia gama de tonos de piel, incluido el albino.
Daffé afirma que la demanda está creciendo, pero que existen desafíos para competir con productos importados más baratos. En Senegal, a menudo hay escasez de materias primas o financiación que limitan la producción.
“El mayor desafío en comparación con las marcas mundiales es que no podemos producir a la escala necesaria para ofrecer estos juguetes a un precio asequible para la clase media senegalesa”, explica Daffé.
Los distribuidores, que han experimentado un aumento de ventas en los últimos años, son conscientes de las limitaciones.
En Kidz Palace, un distribuidor de juguetes de Dakar, la directora general, Fatimetou Diop, dijo que los juguetes se venden rápidamente entre las familias que quieren juguetes educativos que reflejen la identidad cultural del país.
"No siempre es posible abastecer el mercado de forma constante", afirma Diop. "A veces nos quedamos sin existencias debido a la escasez de materias primas o a problemas de financiación. Los fabricantes locales suelen enfrentarse a estas limitaciones".
Daffé sigue siendo optimista respecto a que la demanda de juguetes senegaleses seguirá siendo fuerte y señaló que los niños a menudo señalan los juguetes que se parecen a ellos.
"Se trata de representar a toda una comunidad. Cada niño puede verse reflejado en nuestros juguetes", afirmó.
Fuente: Reuters
Publicado por AiSUR
Premio Nacional de Periodismo Necesario Anibal Nazoa 2020