EE.UU. admite que debe aumentar más del 40 % su número de bombarderos para enfrentar las capacidades nucleares de Rusia y China.
Timothy Ray, jefe del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea estadounidense (AFGSC, por sus siglas en inglés), aseguró en una conferencia celebrada recientemente que los 156 bombarderos de su país son insuficientes para situarse en una “postura de menor riesgo” respecto a los adversarios de EE.UU.
El militar subrayó, asimismo, que la Fuerza Aérea norteamericana cuenta con una flota obsoleta de bombarderos estratégicos y en su estado actual hace que sea complicado trabajar con ella.
“Todas las investigaciones que se han realizado al margen de la Fuerza Aérea les dirán que estos 156 bombarderos nucleares son aviones muy viejos, por lo que no es muy fácil trabajar con ellos”, dijo Ray en referencia a los B-52, B-1 y B-2.
Todas las investigaciones que se han realizado al margen de la Fuerza Aérea [de EE.UU.] les dirán que estos 156 bombarderos nucleares [B-52, B-1 y B-2] son aviones muy viejos, por lo que no es muy fácil trabajar con ellos”, dice Timothy Ray, jefe del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea estadounidense (AFGSC, por sus siglas en inglés).
El militar hizo hincapié en que las tríadas nucleares de China y Rusia están presionando al Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), ya que esos países cuentan con una flota modernizada.
“[Nuestras fuerzas nucleares] viven en el mismo espacio que una tríada china modernizada, que aunque no es muy grande es nueva y moderna. Vivimos absolutamente en el contexto de la tríada rusa, totalmente modernizada; de hecho, están agregando cosas muy innovadoras”, destacó el jefe del AFGSC.
El empleado del Pentágono explicó, no obstante, que EE.UU. cuenta con que las deficiencias en la rama aérea de su tríada nuclear y en la Fuerza Aérea en general —que dispone de aeronaves de más de medio siglo de antigüedad— sean temporalmente cubiertas en un eventual enfrentamiento con sus rivales mundiales por las capacidades de los sistemas de misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés).
En EE.UU. preocupa cada vez más la potencia militar de sus principales rivales. A mediados de noviembre, la Comisión de Estrategia de Defensa Nacional del Congreso advirtió de que la superioridad militar norteamericana en el mundo se “ha erosionado hasta alcanzar un grado peligroso”, al punto de que Washington podría perder una guerra con China o Rusia.