La visita del Papa Francisco a Madagascar ha sido un acontecimiento nacional, que ha sacudido a toda la sociedad de la gran isla del Índico. Hasta la comunidad musulmana se ha volcado en participar en la acogida del Pontífice, contribuyendo muy de cerca en la organización de la Misa multitudinaria que tuvo lugar este domingo en el campo Soamandrakizay.
Como informa el periódico malgache “Midi Madagasikara”, la comunidad musulmana hizo donaciones de comida para los participantes en la misa: 20.000 barras de pan, 20.000 sándwiches, 3.000 huevos, 20.000 botellas de agua, gofres y plátanos. “Es un gesto de fraternidad entre todas las religiones”, decía el presidente del consejo de administración de la comunidad musulmana. “Rezamos al mismo Dios, al Dios del amor y de la paz”, precisaba.
Además de las donaciones mencionadas, la comunidad musulmana ha proporcionado 200 voluntarios, que han trabajado durante todo el fin de semana, algunos incluso ya estuvieron echando una mano el viernes. También han colaborado en el suministro de tanques de agua y lonas para los eventos. Una colaboración que muestra hasta qué punto en Madagascar la religión, cuando es auténtica, contribuye a la armonía y la colaboración.