La elección del nuevo primer ministro sudanés, el economista Abdalá Hamdok, investido junto al nuevo Consejo Soberano, es destacada hoy por Naciones Unidas, luego de varios meses de protestas en ese país.
‘Naciones Unidas da una calurosa bienvenida a las nominaciones del Consejo Militar de Transición (CMT) y las Fuerzas por la Libertad y el Cambio para el consejo soberano, así como a la posterior formación formal y juramentación’, dijo Stephane Dujarric, vocero del secretario general de la ONU, António Guterres.
Por su parte, Hamdok declaró a la prensa que ‘las prioridades del gobierno serán detener la guerra, construir una paz duradera, enfrentar la severa crisis económica e instaurar una política exterior equilibrada’.
Según analistas políticos, la tarea inmediata de Hamdok, un candidato de consenso y excolaborador de Naciones Unidas, será conformar un gobierno de transición lo antes posible.
El actual jefe del Consejo Militar, el general Abdel Fatah al Burhan, también prestó juramento como presidente del Consejo Soberano, encargado de aplicar los acuerdos firmados entre los militares y el movimiento de protesta civil que terminó con el régimen anterior.
Al Burhan estará al frente de ese mecanismo durante 21 meses y un civil le sucederá en los 18 meses de transición restantes.
El Consejo, que reemplaza a una junta militar, deberá vigilar la implementación de los acuerdos alcanzados luego de difíciles negociaciones tras la destitución del presidente Omar al Bashir, en abril pasado.
La formación de esta instancia tiene lugar después de meses de manifestaciones de los sudaneses que reclamaban un poder civil, en un contexto de grave situación económica.
Los nombres de los 11 miembros del Consejo, cinco militares y seis civiles, fueron dados a conocer el martes, luego de diferencias dentro de las Fuerzas por la Libertad y el Cambio (FLC), surgidas de la principal organización del movimiento de protesta.
El Consejo Soberano, que incluye a dos mujeres, deberá supervisar la formación del Gobierno, que se prevé sea proclamado el 28 de agosto, y de un Parlamento de transición.
Además, tratará de lograr el levantamiento de la suspensión de Sudán de la Unión Africana, decidida en junio tras la sangrienta dispersión de las manifestaciones en Jartum.
Según un comité de médicos cercano a la protesta, 127 personas murieron el 3 de junio debido a la represión militar.
El nuevo Gobierno y el Consejo Soberano deberán tendrán por delante la difícil tarea de enmendar la economía y de restaurar la paz en el país, marcado todavía por varios conflictos, en especial en la región de Darfur.