En medio de concentraciones populares en esta capital para exigir cambios radicales en el Gobierno, Argelia busca poner fin a la crisis política desatada desde febrero último mediante acciones con ese fin de un panel de diálogo.
Aunque opera en el marco de un enrarecido ambiente de protestas de estudiantes y otros sectores, representantes de ese ente, integrado por seis personalidades a instancias del Gobierno, insistieron en el imperativo para el Estado de adoptar medidas que restauren la confianza social.
También abogó en su primera reunión por instaurar un clima de diálogo con diversos actores políticos y de la sociedad civil, que pasa, entre otros compromisos, por la liberación de presos de conciencia, difundió el diario progubernamental El Mohudjadik.
Encabezado por personalidades como Karim Younés, expresidente de la Cámara Baja, el recién constituido órgano se pronunció también por evitar la violencia de las fuerzas policiales contra manifestantes y la apertura de los accesos en esta capital en días de marcha.
Pese a que las autoridades consideran que el panel allanará el camino para la celebración de elecciones presidenciales, partidos políticos opositores no reconocen a ese comité al considerar que el ejecutivo interino no consultó al pueblo antes de nombrar a los miembros de ese cuerpo.
Aunque se aprecian señales positivas para entablar un diálogo nacional que establezca un gobierno civil, las protestas continúan en Argelia, donde organizaciones cívicas piden, además, el abandono del poder del jefe de Estado interino, general Abdelkader Bensalah, y otros de sus allegados.
Bensalah asumió la presidencia provisional tras la renuncia el pasado 2 de abril del gobernante Abdelaziz Bouteflika, quien resultó presionado por un fuerte movimiento de protestas populares contrarias a su gobierno.