La monja colombiana Gloria Cecilia Narváez Argoty continúa hoy secuestrada y sin tener indicios de su paradero, pese al arresto de cuatro personas por supuesta relación con la desaparición.
Hace dos meses, a la religiosa la raptaron en Karangasso, en la región central maliense.
La diócesis de Sikasso, a la que corresponde la parroquia donde trabaja Narváez Argoty, emitió hoy un mensaje, en el cual se especifica que no recibió información alguna respecto a los presuntos autores ni sus motivaciones para el secuestro.
Asimismo, esa dependencia se queja de que se enteró por la prensa del arresto de cuatro personas en las horas siguientes al hecho y que entre ellas 'se encuentran el cocinero de la parroquia de Karangasso, dos chóferes de la ambulancia del dispensario católico adyacente y un parroquiano' citaron medios de prensa.
A esos ciudadanos los interrogó la Gendarmería en Koutiala (capital regional) y luego se les transfirió a esta capital a una unidad antiterrorista, donde resultaron formalmente inculpados, pero la diócesis subraya que esas detenciones no parecen que aportaron luz sobre el destino de la religiosa.
Hasta hoy ningún grupo asumió al menos públicamente el rapto de la monja y no se descarta que los perpetradoresentregaran a la cautiva a otros secuestradores, quienes ahora la retienen.