¿Qué caracteriza a los nuevos países BRICS? ¿Cómo queda África en este grupo económico?
Por Reinaldo Bolívar
El BRICS acaba de concluir en Sudáfrica, su exitosa cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno. El grupo está caracterizado por la presencia fundacional de países de alta densidad poblacional, grandes territorios, la creación de ventajas competitivas por la aplicación de un constante desarrollo tecnológico, tal vez, por rapidez en la caracterización, se califica de economías emergentes a los países que lo conformaron. En honor a la verdad, la caracterización no puede ser general. Rusia y China no son economías emergentes. Nos explicamos.
Rusia como parte principal de la ex Unión Soviética (URSS), fue partícipe central de una espectacular revolución tecnológica que catapultó a aquel bloque político a los puestos cimeros en investigación en todos los campos de las ciencias, expresado en la carrera aeroespacial, industria transformadora de alimentos, militar, farmacéutica y petroquímica, entre otros. A pesar del estancamiento de los años 1990, por la caída de la URSS, la Federación Rusa, basada en sus capacidades instaladas, en el alto grado de preparación de su población y por los ingentes recursos naturales de su inmenso territorio (es el país más grande del planeta con más de 17 millones de kilómetros cuadrados) recuperó en poco tiempo su lugar entre las principales potencias mundiales. Las propias agencias de investigación occidentales consideran que Rusia tiene el ejército de científicos mejor preparados del mundo.
En cuanto a China, su revolución económica se sitúa hacia 1978, vale decir hace más de 40 años. En ese año las reformas económicas enrumbaron al país asiático a un despegue que lo convirtió en un Estado-nación educado para el desarrollo. Pronto las diversas tecnologías para la producción industrial y modernización nacional la posicionaron en el orbe. La inversión china en investigación para el desarrollo sobrepasa el 22% del gasto público. Esta es una de las características principales del BRICS, los altos porcentajes del PIB que van a la educación, la ciencia y la investigación para el desarrollo. China es el segundo país más poblado del mundo y el cuarto más extenso, con grandes cantidades de recursos naturales, entre ellos, las codiciadas tierras raras.
La India, si bien pudiera considerarse una economía emergente –pronto será una potencia, por su auge estructural--, ha venido consolidando su fuerte posición en la escena mundial. Ya en el 2020 fue aceptada en el exclusivo club del G20, donde negocian las principales economías. La India basó su desarrollo en la producción farmacéutica, informática y ya ha entrado triunfalmente en la industria aeroespacial. Su inmensa población (la mayor del mundo) la provee de un importante mercado de consumidores y a la vez de una gran cantidad de personas preparadas para el trabajo productivo y el desarrollo. En la actualidad, la India invierte un 16% del gasto público en educación.
Brasil y Sudáfrica han dado importantes pasos en su desarrollo tecnológico y diversificación de sus economías. Brasil es el país más poblado de América, con más de 200 millones de habitantes, y tiene la quinta posición como el país más grande del planeta; ha desarrollado tecnologías en la industria automotriz y de alimentos procesados. En el caso de Brasil, su inversión en educación supera el 16% del gasto público. Mientras Sudáfrica, potencia tecnológica emergente del mundo, con una continua diversificación de sus industrias y mejora de sus servicios tiene un gasto público en educación que ronda el 20%.
Los países BRICS en el G20
La declaración final de la XV Cumbre del BRICS, da una gran importancia a la incidencia del grupo en los foros de poder económico como lo son la OMC, el Banco Mundial, el FMI, y en el G 20, donde coinciden las economías más fuertes del orbe.
En el G 20 se encuentran la Unión Europea y 19 países: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Türkiye. Del BRICS original están todos, y de los seis nuevos Arabia Saudita y Argentina, elemento que tuvo que ser considerado para el ingreso de estos países al BRICS
Irán y los Emiratos Árabes Unidos completan junto a Arabia Saudita, el trío de nuevos países asiáticos del poderoso grupo intercontinental. Irán, un país territorialmente grande y con una población superior a los 100 millones de personas ha desarrollado un importante revolución tecnológica, que no se debe a la exportación de su abundante petróleo, dado que estuvo bloqueado por desde el mismo momento que comenzó la revolución islámica, sino a su auge científico y tecológico. Es uno de los países del Asia Occidental que más invierte en educación, ciencia y tecnología. Por su parte en Arabia Saudita, si bien tiene una población pequeña en comparación con los fundadores del BRICS, ha venido experimentando un crecimiento tecnológico considerbale, fruto de la alta inversión en educación para el desarrollo que alcanza el 19%.
Aunque no entra en los parámetros de gran extensión territorial y población, Emiratos Árabes Unidos, si lo está en desarrollo, tecnología y gran bienestar de la población, ubicándose entre las 30 primeras economías del mundo, y entre los países con un Índice de Desarrollo Humano Alto (42 en el ranking mundial). El país, si bien basa su desarrollo en el petróleo, ha alcanzado una gran diversidad económica en infraestructura, comercio, turismo y transporte.
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Etiopía y Egipto
Etiopía y Egipto son tres de los países más poblados de África. El primero es Nigeria con unos 220 millones de habitantes, el segundo, Etiopía con aproximadamente 127 millones y el tercero, Egipto con casi 114 millones.
Etiopía antes de la crisis producida por la guerra civil en el Tigray, logró un crecimiento sostenido de un 10% de 2009 a 2016. La producción agrícola ha sido un factor clave en el crecimiento económico. Gran parte de la población se ha incorporado a este sector, lo cual ha incidido en un decrecimiento sostenido de los niveles de pobreza. El sector servicio también se desarrolla aceleradamente; de ello el transporte destaca con líneas aéreas propias, ferrocarriles que conectan con Yibuti que le permite salida al mar para sus productos. La alianza con China, por la ruta de la seda, ha beneficiado a Etiopía, al igual que la paz con Eritrea. Otro factor positivo es ser sede de la pujante Unión Africana, convirtiendo a la capital del país en una especie de capital continental. Etiopía destina un 24% del gasto público a la educación.
Egipto, país heredero de una gran tradición en cultura para el desarrollo y tecnología agrícolas, turismo, es también considerado el país bisagra entre África y Asia Occidental, y juega un papel muy trascendental en la resolución de conflictos de los países árabes, que incluye a Palestina. El país es la sede de la Liga de Estados Árabes, que incluye a 12 países asiáticos y 10 africanos. Egipto, poseedor del Canal de Suez, por donde pasa el 15,7% del comercio mundial, desde 2013 ha ampliado su política exterior con acercamiento a Irán, las cuales son ahora más fluidas.
En otro orden de ideas, la presencia de Etiopía junto a Egipto en el BRICS crea un escenario idóneo para las conversaciones por el aprovechamiento pacifico de las aguas del Río Nilo y de su cuenca. Egipto destina aproximadamente un 12% de su gasto público a la educación.
Sudáfrica, que ha sido el puente para sus socios regionales en el continente, ahora es reforzada por Etiopía y Egipto, lo cual aumentará la incidencia del continente en su incorporación en la relaciones económicas internacionales, dando más efectividad a la Zona de Libre Comercio Africana, todo ello como parte en acción de la Agenda 2063 de la Unión Africana en la cual pluripolaridad es pilar fundamental.
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Publicado por AISUR
Premio Nacional de Periodismo Necesario Anibal Nazoa 2020