Verdades del BRICS y las nuevas relaciones internacionales
Por Reinaldo Bolívar
Nunca antes, en sus 15 años, y 15 cumbres presidenciales un encuentro de los BRICS (Brasil. Rusia, India, China y Sudáfrica) había tenido tanta resonancia como esta cumbre de jefes de estado y de gobierno que se realiza en Pretoria, capital ejecutiva de la República de Sudáfrica.
La cumbre se realiza en el siguiente contexto: Crisis económica de la Unión Europea, recesión económica en Estados Unidos, primera confrontación bélica de la OTAN contra Rusia, usando como campo de batalla a Ucrania, ataques al multilateralismo y a la pluripolaridad.
Perfil geoestratégico de los BRICS. La cooperación intercontinental
Políticamente es una clara toma de posición ante la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, tres potencias económicas clásicas contra la Federación Rusa. Dicha posición involucra al G7 (EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia), que como agrupación económica integrada desde el siglo XX llega a una circunstancia en la cual mide su poderío económico con China, India y Rusia principalmente.
El BRICS cuya cohesión fue erosionada por el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff en 2016 y los problemas políticos sudafricanos que obligaron a la renuncia de Jacob Zuma, tuvo que actuar a través de sus tres superpotencias Rusia, India y China (RIC) que ensayaron formas exitosas de organización con el foro de los RIC cuyos lazos económicos, tecnológicos y militares se han venido fortaleciendo al punto de ser el verdadero polo de competencia con el cual se ha topado el G7.
No obstante, la visión de la creación del BRIC y luego BRICS (al aceptar a Sudáfrica en 2010), fue la de un grupo de cooperación económica internacional (con presencia de representantes de la mayoría de los continentes) que añadirá sus ventajas comparativas, competitivas para convertirse en el centro de la economía mundial logrando unas relaciones de mayor equilibrio y respeto entre los actores mundiales, dentro del marco de un sistema pluripolar (atención no multipolar, dado que no se trata únicamente de lo económico, sino que considera primordial lo político).
Esto último queda plasmado en la frase del presidente anfitrión Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, "Los BRICS desempeñan un papel importante en la reforma de la gobernanza global y en la promoción del multilateralismo", dijo Ramaphosa." Para los africanos, es crucial la llamada “buena gobernanza”, diferenciada de los preceptos que en su momento impuso la Unión Europea con la cooperación condicionada. La sociedad con Rusia, China y la India representa el mensaje de unas nuevas relaciones internacionales.
El regreso sustantivo de Brasil, con Lula Da Silva en la presidencia, es la vuelta al modelo original de cooperación internacional o intercontinental, donde el país suramericano con su gran potencial ha representado la incorporación de América a este modelo emergente de economía internacional, que arranca con la mano extendida de los grandes de Asia y Euroasia a África y América, para dar y recibir. Porque si bien, hay un mayor grado de desarrollo tecnológico en aquellos, existe una posesión de recursos naturales energéticos y estratégicos en estos.
Las perspectivas reales de la XV cumbre
CPI y Putin
Las especulaciones van y vienen, en especial en los forjadores de opinión. Pretende convertir en un tubazo noticioso la ausencia física de Vladímir Putin, el presidente de Rusia, porque de acuerdo con los especuladores sería arrestado por las autoridades de Sudáfrica para cumplir la orden de la Corte Penal Internacional. Putín ha de tener sus motivos internos para no asistir, que los tiene, por estar al frente de una guerra con un enemigo muy poderoso como es la OTAN. Si Putin hubiese ido a Pretoria, lo haría y saldría sin problemas por su inmunidad presidencial. Vale recordar que en junio de 2015 en la cumbre de la Unión Africana, precisamente en Pretoria, se especulaba que las autoridades de Sudáfrica atraparían a Omar Al Bashir, presidente de Sudán, que estaba siendo perseguido por la CPI. Eso no ocurrió. Por otra parte, en la CPI, de seguro, recuerdan que en 2016 varios países africanos, entre ellos Sudáfrica amenazaron con retirarse de la CPI por el afán de ese multilateral de perseguir a los presidentes africanos.
La moneda única
Con el objetivo de alcanzar el equilibrio económico internacional, siempre se pone sobre el tapete la propuesta de una “moneda única”. Los BRICS ya han establecido un banco de desarrollo. Una moneda única en realidad no es la gran solución financiera, sino lo que han venido haciendo Rusia, China, India y otras naciones que han comenzado a usar sus monedas en su intra comercio, en lugard del dólar. Una cesta paralela de monedas de reservas internacionales es el paso más lógico, y esto parece ser lo que está operando en el bloque económico de los BRICS. Por ejemplo, Europa paga a Rusia los productos energéticos en rublos; en el caso de China, son varios los países en el mundo que le cancelan sus importaciones en yuanes.
Las políticas monetarias comunes, como el caso de la moneda única, es más propia de los mecanismos de integración, cual no es el caso de los BRICS. No obstante, pudiera darse un paso a mediano o largo plazo del uso de una unidad de cuenta común, en el ensayo de un espacio monetario BRICS.
Nuevos integrantes
El asunto de los nuevos integrantes ha cobrado gran sensación. Para occidente no deja de preocupar que más de una veintena de países hayan manifestado su interés de ingresar a los BRICS. Eso significa que en la guerra de presión del G7 para aislar a Rusia y debilitar a China --el que en este momento un importante número de países que tienen grandes potencialidades económicas, naturales y vocería internacional expresen abiertamente una alianza con las potencias emergentes-- la estrategia occidental está perdiendo empuje.
Economías en ascenso de África como la emergente Etiopía; de América, como el fuerte México: de Asia Occidental, cual es el caso de Arabia Saudita y la pujante Irán ; y en Suramérica, Argentina y Venezuela.
Al respecto el presidente de China, la primera potencia económica mundial, Xi Jinping, ha expresado: “Deberíamos permitir que más países se unan a la familia BRICS para aunar sabiduría y esfuerzos para hacer que la gobernanza global sea más justa y equitativa”. Por su parte, el primer ministro de la India, Narendra Modi, ha matizado que en la próxima cumbre, la número dieciséis, el grupo debe estar listo para su expansión. Vale decir, que el BRICS, a partir de la experiencia de la entrada de Sudáfrica, presentará la formas jurídicas de adhesión al organismo, bien sea como socios aspirantes, observadores o miembros plenos.
Para ello, cada país aspirante debe hacer una evaluación profunda, por encima de las ventajas comparativas (recursos, riquezas. Indicadores macroeconómicos de sus capacidades, potencialidades humanas, políticas de desarrollo, a fin de que la incorporación a un organismo que se hace cada vez más dinámico, se haga en las mayores condiciones de igualdad.
El futuro del BRICS
Un BRICS más fuerte, coordinado, necesita una estructura organizacional consolidada como la ruta que marca su banco de desarrollo, que debe ganar influencia en la banca mundial y los organismos como el FMI, la OMC y el Banco Mundial; el desarrollo de la institucionalidad como los foros comerciales, de agricultura, salud, tecnología, clima, educación y otros que se focalicen en la eliminación de las desigualdades y asimetrías. Un grupo que sea una verdadera opción influyente en otros grupos, como el G20, el G77, la Organización de Cooperación de Shanghai, donde hacen vida cooperativa sus integrantes y varios de sus aspirantes.
Publicado por AiSUR
Premio Nacional de Periodismo Necesario Anibal Nazoa 2020