Prof Reinaldo Bolivar
El profesor Reinaldo Bolívar, entrevistado por el periodista Roberto Malaver
-¿Por qué irse de la OEA?
– Con Chávez, Lula, Evo, Correa, Kirchner y Ortega se intentó dar un giro a la OEA para ponerla al servicio del desarrollo soberano de los pueblos. En 2010, con el nacimiento de la CELAC, se pensó que la OEA podía asumir el rol de un foro de consultas políticas, pero EEUU y los gobiernos de derecha optaron por destruir los esfuerzos de integración unionista que representaban la CELAC, UNASUR y el ALBA y usaron a la OEA para ese papel. Salirse de la OEA es la forma de reafirmar que Nuestra América amerita de instituciones propias, como las proyectó Simón Bolívar, es decirle a los gobiernos y pueblos nuestro americanos que ya basta de Doctrina Monroe.
– Usted dice, con relación a lo que está pasando en Venezuela, que la negociación es inevitable, y plantea una serie de escenarios, ¿cuál es el mejor escenario?
– En los mecanismos de solución pacífica de controversias de la Carta de la ONU, cuando se opta por negociación es porque se ha llegado a posiciones que parecen irreconciliables; situaciones que pueden devenir en violencia o en intervenciones militares foráneas. El frustrado intento de golpe de estado del 30 de abril es una muestra de ello. Nunca es tarde para una negociación patriótica. En el caso venezolano, dada la participación injerencista del gobierno de EEUU, es necesario que el Mecanismo de Montevideo, liderado por México, haga comprender a los países que han abandonado los principios de la Carta de ONU, que deben respetar la soberanía y la autodeterminación del pueblo de Venezuela. Como antecedente, recordemos al Grupo Contadora que en 1983 logró esas condiciones para que las negociaciones de paz en Centro América se efectuaran. Una vez alcanzado este estatus, vendría la elaboración de una agenda para una negociación de compromiso, a la luz de los intereses de la Patria, nunca de individuos o grupos. La Patria primero. Negociar es la vía más saludable, si se va a ella con claridad, con objetivos históricos y con fortalezas. Una negociación entre venezolanos; en la cual la parte Bolivariana no pierda de vista lo que se quiere lograr, lo que puede en un momento esperar, y en esencia que no renuncie a los principios que sustentan la Revolución Bolivariana; de lo contrario sería acomodaticia.
– En ningún país se ha vivido una situación política como la que está viviendo Venezuela, un presidente elegido por el pueblo, y un presidente autoproclamado, ¿será que el derecho nacional e internacional es pura ciencia-ficción?
– En realidad ha habido situaciones similares, siendo ésta la más escandalosa. Por ejemplo, los gobiernos usurpadores impuestos por la Alemania nazi durante la segunda guerra mundial. Otros casos: Desde 1920 dos dinastías iraníes despachan desde EEUU como gobiernos “legítimos” de Irán. En Cuba, en 1961, un traidor a la Patria quiso aprovechar la invasión gringa a Bahía de Cochinos y se autoproclamó presidente custodiado por la CIA. Más recientemente, en 2011 el Consejo Nacional de Transición Libio que se instaló contra el líder Gadafi, a quien derrocaron con las armas de la OTAN; el Consejo de Transición Sirio, que no pudo lograr su despropósito gracias a que gobierno como Irán, Rusia, y los africanos no cayeron en la trampa mediática tipo Libia. Pero evidentemente, el derecho internacional está siendo vapuleado, omitido, en especial por el gobierno de EEUU, sus socios europeos y sus satélites en América. EEUU busca retroceder las relaciones internacionales a principios del Siglo XX donde predominaba el bilateralismo, en el cual dominaba el más fuerte.
–¿Por qué en pleno siglo XXI Estados Unidos quiere seguir aplicando la doctrina Monroe?
– Visto desde nuestro ángulo regional, la explicación está en la Doctrina Monroe, porque hasta los voceros estadounidenses la han citado. En 1823, Estados Unidos intervenía de esa manera para darle un mensaje a las potencias europeas de que no debían reconquistar los territorios americanos; en esta época es el temor gringo ante las nuevas relaciones de inter cooperación que grandes países como Rusia y China tienen en esta región. Sin embargo, esa actitud es la misma que tienen para con África y Asia, para los países del Sur. Desde allá tendrán otros nombres, pero el principio es el mismo, un imperio que quiere imponer su hegemonía mundial, en un escenario de tendencia pluripolar que no lo es del todo favorable
– Soberanía, Independencia, Autodeterminación de los pueblos, ¿esas palabras perdieron su sentido?
– Para el imperialismo que ve en los pueblos del Sur una hacienda, una proveeduría de recursos, hay una clara intención de acabar con la noción de estado – nación en los países ricos en recursos naturales. Esto está en marcha, desde la disolución de los grandes estados naciones como la Unión Soviética, Yugoslavia, y más recientemente Sudan. Es una política que implementan en el norte de África, la “política del gran hermano” No obstante, los pueblos del Sur, tienen ahora más claro que la independencia política, la soberanía integral y el fijar su propio destino es la única vía para un desarrollo justo y equitativo del mundo.
Fuente: Ciudad CCS / Roberto Malaver
Observatorio de Medios del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños