Ecuador hacia la segunda vuelta: cuando lo convencional es la novedad
Autor: *Ociel Alí López
La candidata del correísmo, Luisa González, tal como se esperaba, triunfó en la primera vuelta de las presidenciales en Ecuador, con 33% de los votos. Logró obtener casi diez puntos de ventaja sobre la segunda casilla alcanzada de manera sorpresiva por Daniel Noboa.
González no pudo vencer de manera definitiva en esta ronda y ahora tendrá que medirse con un candidato difícil de confrontar.
Noboa viene de vencer a cuatro candidatos que figuraban como favoritos para alcanzar el cotizado segundo lugar, ya que ninguna encuesta previó que el joven empresario podría colarse en la dupla final. Pero en esta relampagueante campaña, de muy corta duración, fue después del debate presidencial –realizado una semana antes de las elecciones– cuando el aspirante subió como la espuma y superó con creces a todos sus adversarios en la oposición.
Hasta hace semanas, todas las encuestas ubicaban a Otto Sonnenholzner, quien termino sacando el 7% de los votos, y a Yaku Pérez, que apenas logró el 3%, como los nombres más probables para obtener el pase a balotaje. No obstante, tras el asesinato de uno de los aspirantes, Fernando Villavicencio, el panorama cambió. A días del comicio, todas las miradas se concentraron en Jan Topic, ya que su manejo del tema de la seguridad parecía que arrollaba. Sin embargo, terminó sacando 14 %.
¿Qué pasó?
El debate presidencial a una semana de las elecciones fue decisivo para un Noboa que logró ubicarse para la segunda vuelta con 23 % de los votos, y sacar una ventaja de 7 % sobre sus adversarios, en una carrera que se creía mucho más cerrada.
La sorpresa del segundo lugar de Noboa no ocurre por ser incógnito. El aspirante es hijo de un famoso político tradicional, Álvaro Noboa, seis veces candidato presidencial y uno de los hombres más poderosos del país desde antes que comenzara el presente siglo, ya que es parte de una de las familias más ricas de la nación. De hecho, su fortuna está por encima de los otros empresarios que formaban parte de la carrera presidencial.
Pareciera que el logro de Noboa, a diferencia de su padre y del resto de candidatos, se basó en no confrontar ni ser pugnaz, en un momento de alta crispación en el país.
La sorpresa es porque su pase a balotaje no radica en la novedad, sino en la resurrección de la clase convencional ecuatoriana. Cuando se creía que la sociedad apostaría a un 'outsider' como Topic, o alguien de la nueva política de los últimos años como Sonnenholzner, Pérez o Villavicencio, emerge el hijo de los Noboa, a quien le auguraban apenas un intento de proyección futura.
Pareciera que el logro de Noboa, a diferencia de su padre y del resto de candidatos, se basó en no confrontar ni ser pugnaz, en un momento de alta crispación en el país.
González vs. Noboa
Cuando Daniel Noboa participó en el debate presidencial no ocupaba lugar importante en ninguna encuesta. Pero a partir del evento, su candidatura no dejó de crecer. La razón no está del todo determinada. Apareció, sí, con un disruptivo mensaje: usó un chaleco antibalas.
También fue muy racional en sus propuestas y sus intercambios con el resto de candidatos. Mientras los demás aspirantes se lanzaban misiles, el joven político prefirió ser atildado y apostar por la postura de "no matar una mosca".
Allí comenzó a aparecer en las encuestas con mejor perfil y, durante esa semana fue creciendo hasta que logró su objetivo: el pase a segunda vuelta.
Noboa fue muy racional en sus propuestas y sus intercambios con el resto de candidatos. Mientras los demás aspirantes se lanzaban misiles, el joven político prefirió ser atildado y apostar por la postura de "no matar una mosca".
Por su parte, González apareció en primer lugar desde el mismo momento de su nombramiento, pero no pudo crecer mucho más allá del techo que le brindaba el correísmo, que había sacado 32 % en la primera vuelta de 2021.
Lo curioso es que en las legislativas, que también se produjeron este domingo, la Revolución Ciudadana obtuvo el 39 % de los votos, es decir, un 6 % más de lo que sacó su abanderada presidencial.
Es probable que este diferencial de ciudadanos que votó por la Revolución Ciudadana en la papeleta legislativa, pero no en la presidencial, sumen sus votos a la dupla correísta en la segunda vuelta, pero seguramente no será suficiente.
Entonces, el correísmo no solo tendrá que salir de la 'zona de confort' que le brindaba un relato redondo, restauracionista, que ofrecía volver a las épocas de los gobiernos del líder y expresidente Rafael Correa, sino que deberá ir por votantes de candidatos que –en algún momento– se han declarado anticorreístas, pero cuya masa de votos ha quedado desperdigada en medio de mucha fragmentación.
Por su parte, Noboa apenas tiene que continuar su discurso tenue, técnico y profesional, y no introducirse en diatribas en contra del correísmo, ni a favor de ninguna tendencia ideológica, sino esperar una suma natural de los votos que están en contra del expresidente.
El correísmo a balotaje frente al sorpresivo Noboa: las lecturas de la volátil elección en Ecuador
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Ahora, su mayor preocupación es el tiempo de esta campaña que, aunque es normal, se diferencia mucho del proselitismo de la primera vuelta. Dicho de otra forma, cualquier error del empresario en esta etapa puede costarle muy caro y dejar cancha libre a un Ecuador con voto progresista, como el que sufragó en las últimas décadas, incluso cuando perdió el correísmo en 2021 y el indigenismo sacó casi un 20 %.
Así las cosas, si la segunda vuelta es totalmente diferente a la primera, menos envuelta en la violencia y más convencional, la disputa mostrará al correísmo como primera fuerza política, con el mayor número de curules en la Asamblea Nacional, frente a un empresario, hijo de la casta política y empresarial del país, lo que puede convertir a González en la articuladora de una fuerza contra el neoliberalismo.
Por el contrario, si se parece a la primera vuelta, la gente podría ver más factible optar por un candidato que apueste menos a la confrontación y asuma su papel de manera más profesional y estadista.
El 15 de octubre no está tan cerca, falta mucho trecho por recorrer.