Tigre del sur de China
¿Cómo le mostraremos a los niños del futuro que existieron los rinocerontes, los tigres, los osos? Esta es la preocupación de un grupo de especialistas de la Wildlife Conservation Society, en Nueva York, Estados Unidos, que vaticinan la desaparición de estos animales en el siglo XXII.
En un artículo, publicado en la revista BioScience, los científicos señalan que apenas se necesitan 200 años más para que no quede ninguno de los considerados grandes mamíferos, como el oso polar o los más desconocidos como el órix cimitarra, que ya está a punto de extinguirse.
Según los datos de la investigación, en la actualidad, el 59 por ciento de los grandes carnívoros (aquellos con más de 15 kilos de peso) están oficialmente amenazados de extinción. Lo mismo sucede con el 60 por ciento de los grandes herbívoros (especies de más de 100 kilos).
Los expertos comentan que a pesar de los esfuerzos para salvar a algunos de estos animales, como con los grandes carnívoros europeos, el riesgo aumenta y es particularmente crítico en África subsahariana y el sureste asiático.
El estudio sugiere que los grandes mamíferos son considerados “ingenieros de ecosistemas”, capaces de regular efectos en cascada en la biodiversidad a su alrededor. Además, prestan servicios económicos y sociales fundamentales en las comunidades que los tienen cerca.
Factores de la extinción
Los científicos coinciden en los factores causantes de la desaparición de la megafauna, que por sus características suele estar más expuesta a este fenómeno. “Los mamíferos de gran porte son extremadamente vulnerables a tales amenazas debido a sus requerimientos de áreas extensas para mantener poblaciones viables, sus bajas densidades (especialmente en el caso de los carnívoros) y en general por poseer rasgos de historia de vida típicos de especies ecológicamente catalogadas como lentas”.
Entre las especies más afectadas están los leones, pues la presión de la frontera agrícola y la deforestación de sus hábitats, pone en peligro sus territorios. Por otro lado, la caza furtiva para comercializar marfil y la desmesurada expansión ganadera, amenaza la vida de los elefantes.
Actualmente, por cada gran herbívoro salvaje que hay en el planeta, existen 400 cabezas de ganado rumiante. Luego de un extenso análisis de cada uno de los factores de riesgo, los especialistas aseguran que tienen la responsabilidad colectiva de alertar al planeta y proponer soluciones a las sociedades y gobiernos. La humanidad no puede resignarse a escribir el epitafio de estos animales, como ya se hizo con el rinoceronte blanco del norte, concluyeron.