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El Esequibo, una deuda histórica venezolana en reclamación

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El Esequibo, una deuda histórica venezolana en reclamación

Carlos Manuel Bravo Echenique*

Venezuela fue víctima del despojo arbitrario de una parte de nuestro territorio al sur del estado Bolívar, estimulado por la arrogancia de potencias imperiales. De hecho, la imposición de un delegado de origen ruso en representación de Venezuela, por parte del Imperio británico, fue el inicio de una situación irregular, jurídica y política mal administrada, por parte de los actores que decidieron adueñarse de un espacio territorial que no les pertenece. Para Guillermo Guzmán Mirabal: “Desde el momento de la firma del Laudo Arbitral de París en 1899, la recuperación de la Guyana Esequiba ha gravitado con peso en el ideario del venezolano. Tímidamente en un principio, y luego con más ahínco, debido a la aparición de nuevos elementos que hicieron ver que Venezuela fue injustamente despojada de una quinta parte de su territorio, la Cancillería fue trabajando para tratar de revertir las resoluciones del Laudo”.


Ahora bien, desde el comienzo del siglo XX, los regímenes presidenciales de Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez y Eleazar López Contreras, no mostraron el mayor interés por recuperar este territorio; ya que, la política exterior fue pasiva ante los intereses de la república en cuanto a la reclamación. Por su parte, los intereses de los expresidentes antes mencionados eran personales; pues su principal objetivo era mantenerse en el poder hasta su muerte.
Sin embargo, con la llegada al poder del General Medina Angarita, en el año de 1941, parte del interés nacional será modernizar el Estado venezolano y recuperar todos los territorios de ultramar que estaban en manos de la Corona británica en ese momento histórico de la mano de su canciller Caracciolo Parra Pérez.
De esta manera, en el año de 1942, se recupera la isla de Patos 1 y se delimita el Golfo de Paria en las aguas territoriales con Trinidad y Tobago; asimismo, se le hace frente a las pretensiones del Imperio británico de apoderarse de las islas de Aves, la Blanquillas, los Monjes, etc. Gracias a la intervención del presidente Medina y del canciller Caracciolo Parra Pérez, se logró la devolución de la Isla de Patos , por parte de la Corona Británica, a la nación y se llegó a un acuerdo amistoso con Trinidad y Tobago con respecto a las delimitaciones territoriales del Golfo de Paria2 , que concluyeron de manera exitosa en febrero del 1942 del siglo pasado. Para Luis Farage Dangel: “El sistema insular y costero estuvo sometido a graves intentos de apropiación prescriptiva por potencias extranjeras, como el caso de la Blanquilla, Patos, isla de Aves, Los Monjes y Los Testigos, entre otras”.

No obstante, la reclamación del Esequibo por parte de Venezuela, siempre fue objeto de controversias entre los actores del conflicto territorial. Incluso, los gobiernos de la Cuarta República también fueron insistentes en reclamar el espacio territorial en disputa ante instancias internacionales, sin poder concretar la devolución del territorio venezolano ocupado arbitrariamente por Gran Bretaña. Para Guillermo Guzmán Mirabal: “El arribo del guayanés Raúl Leoni a la Presidencia de la República para cumplir el período 1964-1969, y el nombramiento de Iribarren Borges como Canciller, dieron engranaje a un equipo en la Cancillería cuyas piezas esperaban el impulso decisivo para lograr una solución definitiva al asunto de los límites con la Guayana Inglesa”.

Por su parte, estando Acción Democrática en el poder, se llega a un acuerdo con la firma en Ginebra en 1966; que estableció un acuerdo amistoso entre las partes. Dando lugar a Venezuela para tener derecho de reclamar su territorio; sin descartar otras acciones que las autoridades venezolanas puedan emprender para la recuperación total del territorio en disputa.
En este sentido, la operación de la Isla de Anacoco en octubre de 1966 y el Decreto del Mar territorial en julio de 1968, fueron parte de las acciones que el Estado venezolano, solapadamente, apoyó en ese momento histórico. Igualmente, lo fueron el levantamiento de los amerindios y la preparación de la revuelta de Rupununi, prevista para enero de 1969, impulsada por la familia Hart, Valery Hart y su esposo Jim Hart, quienes, en varias oportunidades, hicieron presencia para acordar con el gobierno nacional de Leoni las acciones que llevarían a cabo con el gobierno nacional para separarse del territorio guyanés y ser parte de Venezuela.

Sin embargo, las cosas darían un giro de 180º con las elecciones de 1968, cuando se hace con la victoria presidencial el Dr. Rafael Caldera. Dándose inicio a los protocolos de Puerto España en 1970; generándose un punto muerto en los acuerdos de 1966 por 12 años.

Cabe resaltar que, con la llegada al poder del gobierno Bolivariano, desde el primer momento, se comenzó a buscar la forma de establecer un diálogo sincero y amistoso con las autoridades de Guyana y, de esta manera, acordar los protocolos para llevar a cabo la controversia del territorio.
Sin embargo, Guyana no ha atendido los llamados del Estado venezolano para buscar acuerdos sobre la controversia territorial ni en aceptar la negociación pacífica, siendo el silencio la respuesta de las autoridades guyanesas ante el reclamo de Venezuela del territorio Esequibo, que no es de ninguna tolda política en cuestión, sino de todos los venezolanos.

Tomando en cuenta, que estamos siendo agredidos por los mismos actores que participaron en el despojo de una parte de nuestro territorio, a partir de 1899, es hora de impulsar la unión de todas y todos los venezolanos para ejercer la soberanía en los espacios que le pertenecen a nuestro país, dentro y fuera de nuestra frontera.

Lamentablemente, las autoridades guyanesas, apoyadas por las corporaciones estadounidenses y por el occidente colectivo, se han dado a la tarea de llevar a cabo una campaña de desinformación, a toda la Comunidad Internacional, para hacer creer que los agredidos son los guyaneses y que los agresores somos los venezolanos. De hecho, las autoridades guyanesas acudieron recientemente a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para dirimir la controversia. No obstante, Venezuela, no la reconoce como órgano arbitral para llevar a cabo sus acciones legítimas de recuperación de nuestro territorio Esequibo, el cual nos pertenece históricamente.

Finalmente, más allá del Esequibo, la geoestrategia de los EE.UU., Reino Unido y del occidente colectivo es adueñarse del canal de navegación que se encuentra en esa ruta marítima, desde Guyana, atravesando el Rio Esequibo, la vía fluvial, llega hasta el Río de la Plata y, de esta manera, rodear al Sur Global para monitorearnos ante cualquier intento de ejercer nuestra soberanía frente a la pretensión de las potencias extranjeras de vulnerar nuestro territorio.


1.Cabe resaltar que su importancia estratégica deriva de su posición un poco más abajo de Boca de Dragón, lo que le permite controlar la entrada norte del Golfo, precisamente la ruta de navegación más conveniente hacia Puerto España, capital de Trinidad y principal puerto de la isla; así como a Chaguaramas, la principal base estadounidense en Trinidad durante la guerra. La instalación de una batería de costa en la isla durante el conflicto bélico confirma esta aserción. La batería integrada por cuatro piezas de 155 mm, modelo Grand Puteaux 1917, fue operada en principio por el ejército estadounidense y entregada al poco tiempo al ejército venezolano.

2.Ubicado al oriente de Venezuela, entre la isla de Trinidad y el territorio continental. Esta amplia bahía estaría llamada a jugar un papel estratégico dentro de la Campaña del Caribe que se desarrolló como parte de la Batalla del Atlántico; por lo que Trinidad pasó a ser la base antisubmarina más importante durante este período bélico. De igual forma, el Golfo de Paria era la vía de salida del petróleo venezolano extraído en los campos de Monagas. 

Fuentes consultadas:
Boesrner, Demetrio. Venezuela y El Caribe. Presencia Cambiante. 1980. Monte Ávila y Editores
Bustamante, Nora. Isaías medina Angarita. Aspectos Históricos de su Gobierno. 1985. Fondo Editorial Lola de Fuenmayor.
Mirabal, Guzmán Guillermo. Del Acuerdo de Ginebra Rupununi. Trabajo de Grado. 2011.


* Historiador. Investiogador en el Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños
Publicado por AiSUR
Medio de difusión e información del Instituto de Investigaciones Estratégicas sobre África y su Diáspora




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