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Investigaciones

Josefa Meneses, la esclavizada insurgente

Recordemos la esclavitud foto ONURecordemos la esclavitud foto ONU

Guerrera con la palabra

Por; Ana Yin *

En la historiografía venezolana, muchos cronistas, escritores, enfatizaron una línea a cumplir, esta era la invisibilización de las mujeres heroínas, no hurgando en las fuentes primarias y de hacerlo, enmascaraban el contenido, quedándose solapadas en una duda, un velo y en algunos casos eran demostradas con imaginaciones y narraciones abstraídas a cuentos y leyendas.

En este sentido, la herencia machista de los colonos, donde el hombre era sólo el fuerte y el de las acciones; hizo prevalecer años y siglos después el realce de la figura masculina.  

A continuación presentamos a una mujer heroína que participó como revolucionaria al propagar información con el fin de lograr la independencia. Su papel fue fundamental al difundir una narrativa insurgente a través de su verbo. Practica que se fundamentaba por la necesidad de que se cantara la libertad de la patria. Venezolana, nacida en Coro en el año de 1795, soltera y de calidad mulata, joven y enérgica, revolucionaria e insurgente. Nombrada: Josefa Meneses.  


Esclavizada por parte del eclesiástico José Mondragón, cura de la Sabana de Ocumare, quien era su propietario. A este mencionado sujeto,  se le ocurrió enviarla  para  Caracas con el fin de que le  realizara algunas  diligencias. Ella interesadamente vio una oportunidad y  no se rezagó en movilizarse,  por orden emanada de su amo. Sino, por una acción libertaria que ella tenía pensada ejecutaría durante el recorrido.

Aquel día, durante  el trayecto, camino a Caracas, acompañada de Nicolasa Laya, una parda libre y Juliana Meneses, zamba libre.  Valiente y arriesgadamente,  aprovechó la oportunidad, por lo que  conversó con beneplácito y ansias de libertad delante de las dos mencionadas, que “las pascuas próximas la celebrarían los patriotas  en Caracas y se pasará a cuchillo a todos los españoles y criollos leales al rey”.

Estas declaraciones le costaron la “libertad” a Josefa Meneses de trasladarse de un lugar a otro,  hay que enfatizar que no   era libre, “era esclavizada”. Pues su valiente  verbo se lo han cobrado con la  prisión, en tanto se describe:

Pesa sobre Josefa Meneses una causa junto a otros reos, fue apresada en Ocumare.
Puesta presa sin ninguna comunicación en la Real Cárcel de Caracas. Imputada de haber proferido palabras subversivas, y acusada de insurgente, acusación que recaía sobre muchos que proferían palabras de libertad y reuniones secretas para librarse de los españoles y criollos  leales al rey.

Para delatarla, se llaman a Nicolasa Laya y a Juliana Meneses para que declaren acerca de la narrativa insurgente de  Josefa Meneses en camino a Caracas”.

 En la sumaria información judicial la causa de acusación es por haber proferido palabras subversivas

 En este caso, la han delatado sus otras  dos compañeras de camino. Puesto que fue denominada insurgente por Juliana Meneses y Nicolasa Laya. Quienes citan detalladamente la información suministrada por la esclava Josefa Meneses:

Después de las diligencia que Josefa Meneses practicara en la ciudad de Caracas y luego en Ocumare, fue llamada por el Teniente de Justicia Juan José Votado y la puso presa y le acusó que durante la marcha a Caracas, le contó a dos compañeras de ella llamadas Juliana Meneses y Nicolasa Laya, que no se afligiesen por la pobreza en que se hallaban, pues ella sabía el positivo por un zambo llamado Francisco Luis que el día de la pascua  se cantaba la patria en Caracas y que esto estaba ya conseguido y pautado con los emigrados de San tomas y Curazao quienes reunidos trataban de dar el asalto y pasar a cuchillo todos los españoles y criollos leales al Rey y que el mismo Luis instó a Josefa Meneses que dejara a su amo y convidando a sus conocidos para que aprovechasen  el saqueo en Caracas.

Estas delatoras no tenían la virtud de concebir  la “patria libre” como un derecho, sino que permanecían leales al rey, miedosas, sumisas y traidoras. Se mostraron  intolerantes a la libertad y la revolución por la alienación del sistema imperante: esclavitud y serviles a la corona española. 

Este mismo argumento, de señalarla de revolucionaria, también recae sobre un hombre. Es la traición de las delatoras:

Francisco Luis y Josefa Meneses son acusados de reunirse y estar comprometidos con la revolución y como Josefa no sabía firmar, ante el escribano colocó la señal de la cruz.”

En la confesión ante el interrogatorio, el 20 de noviembre de 1815.

Se procedió a recoger la confesión de la acusada en la Real Cárcel de la Ciudad de Caracas donde se hallaba presa, se le hizo poner con la mano derecha la señal de la cruz.

Se le preguntó: Jura a Dios y a esa cruz decir la verdad en cuanto se le interrogase, y dijo: si juro. Contestó llamarse como lleva referido, soltera, mulata y esclava del Padre Mondragón de la Sabana de Ocumare.

En este caso, la verdad solicitada permanecía con Josefa Meneses y por ser su verdad, no la haría pública, aunque sin miedo, era con la intención de protegerse.

Le preguntaron: ¿quién la aprehendió y por qué motivo?

Dijo: -que en el día dos del presente mes la aprehendió el Teniente de Justicia de Ocumare Don Juna José Votado y que cree sea porque  en el mismo día que se refiere, viniendo la confesante con dos compañeras llamadas Nicolasa Laya y Juliana Meneses de practicar diligencias de sus amos en la Ciudad de Caracas, les dijo lo que confiesa a las demás amigas, según dijo que hoy en Caracas… por Francisco Luis que no se afligiese por la pobreza en que se hallaba pues en aquel mes para el día de la pascua se canta la patria en Caracas y que esto estaba ya conseguido con los emigrados de San Tomás y Curazao, quienes reunidos trataban de dar asalto y pasar a cuchillo a todos los españoles y criollos leales al Rey.

Esta declaración la pone al margen de estar dispuesta a la justicia, pero ella tenía su verdad la cual no revela ni asume para no trascender quizás… a la muerte a través de la decapitación y exhibición de su cabeza, esto   como un castigo muy habitual en ese momento para quienes eran revolucionarios y amantes  de la insurgencia.

“Se le hacen demás preguntas: si presenció conversaciones referidas y ella responde que ignora porque no sabe por no estar entre ellos”. 

Durante la confesión de Josefa Meneses,  emergieron elementos que pospusieron de vista su ardua acusación y se hace un entramado donde demás actores de la libertad y la revolución hacen su serio y claro papel. En tanto se expone:  

Niega no tener reunión secreta cuando comentó y confiesa dijo a la tal Laya y Meneses que cuando Luis le había confesado, hacían reunión en casa de Miguel Narváez, Calle la Palmita donde concurría Alexandro Aragna y en cuyo paraje se estaba  adiestrando a los muchachos  en el manejo de armas para cuando viniere la pascua

Era un auténtico movimiento revolucionario, sin embargo con tantas persecuciones, no sería fácil, pero estaban marcados para un fin y un bien común, zafarse de España.

Vista las circunstancias, prosigue el interrogatorio:

Se le pregunta si sabe dónde se haya Francisco Luis, y cuál fue su conducta durante la revolución, ella confesó que cuando la apresaron, vivía Francisco Luis en una pulpería junto a la alcabala, pero que en la actualidad no se sabe su destino y que su conducta ha sido de la más relajada y que es insurgentisimo y no teniendo más que decir, ni añadir, ni quitar  a esta confesión se fue, dijo ser la misma en que se ratifica bajo juramento y por  no saber firmar hizo la señal de la cruz delante del presente escribano.

Las delatoras Juliana Meneses y Nicolasa Laya, leales al rey expresan en confesión el relato que expone a Josefa Meneses a los castigos brutales practicados por los realistas sin contemplar. 
De tal modo, que existía un paralelismo para las sanciones. Hombres y mujeres eran tratados con igualdad de crueldad en fines de castigo. Estas mujeres realistas y nada patriotas confiesan:
Jura a Dios y a esta cruz decir verdad en lo que sea. 
Interrogatorio que se remite al Teniente de Justicia Mayor de la Sabana de Ocumare para que con arreglo a las preguntas siguientes tome declaración a las mujeres Juliana Meneses y Nicolasa Laya”.

1 Juramento con la formalidad debida.
2 Si conocen a Josefa Meneses  y si saben por qué se halla presa.
3 Si el primero del corriente acompañaron las dos a Josefa Meneses desde el camino de Caracas a esa  y en ese caso digan qué conversación se suscitaron entre ellas germinantes a que volviese la patria.
4 De quién les dijo sabía ese proyecto o quién había oído tal conversación.
5 Quiénes estaban comprendidos en la revolución.
6 Dónde formaban las reuniones secretas para obrar con más libertad y quiénes concurrían a ellas.
De todo lo que se deduzca lo pondrá usted en forma de sumario y si no hay de lo aquí prevenido, resultare otra cosa, lo verificamos igualmente.

Caracas 9 de Noviembre de 1815.

Policía Superior de Venezuela.

Por su parte…la delatora “Nicolasa Laya; que esto vino hablando la expresada Josefa Meneses… y agregó que el callejón que llaman Aponte que los patriotas  que estaban en Caracas  invitaban haciendo fuerza bastante para quitar de teniente  de Ocumare a Don Hurtado y poner a uno que le auxiliare sus ideas porque con él no era fácil conseguirlo y esto mismo dijo la Meneses que le había dicho Francisco Luis.

Se observa el compromiso de los patriotas 

Preguntada si la Meneses le dijo quiénes más eran comprendidos en este proyecto, contestó que varios de los de este pueblo que estaban en Caracas pero no le asignó quienes eran.

¿Dónde hacían las reuniones para estas cosas según lo que le había dicho Josefa Meneses contado por Francisco Luis? Le dijo: que en la Palmita en la casa de Miguel Narváez y que se han dicho varias cosas sobre el restablecimiento de la patria y entre ellos  y sus compañeros tienen apuntado con golpe seguro y que en los correspondientes meses con los emigrados de San Tomás y los que se han dicho se hayan en Caracas, que lo dicho es la verdad toda del juramento hecho.

En el firmó lo declarado dijo estar conforme.

El fin de los insurgentes era la libertad, intención que generaba disgusto en las autoridades realistas. 
Cabe destacar, que en este proyecto participaban emigrados del Caribe quienes convivían en territorio venezolanos, se sentían victimas como los venezolanos  y precisaban no vivir subyugados desde España.

Seguidamente en el mismo oficio comparece Nicolasa Laya, parda libre y recibiendo  juramento ofreció  decir verdad de lo que sepa y se le pregunte y siéndolo consecuente al oficio e interrogatorio  y procede sobre Josefa Meneses, dijo a lo primero que conoce a la dicha de vista, trato y comunicación  y que es esclava del padre Don Juan José Mondragón  y que con lo que declara  Juliana Meneses, acompañaron a Josefa Meneses en encamino de Caracas y que les conversó en el camino sobre la patria, contestó que el día primero del corriente  viniendo la declarante con sus compañeras Juliana Meneses se juntaron en camino a Caracas y en el camino comenzó la Josefa Meneses a contarles que Bolívar había cercado todo, que esto venia para las pascuas y que todo esto estaba ya en Caracas.

Como la declarante podía seguir… Juliana Meneses se quedó al margen de las conversaciones que dirigía de la patria y quien procede dar información de todo es la Juliana Meneses y que puede dar más razón de lo ajustado sobre el cuarto, quinto y sexto, partiendo que lo dicho  es la verdad en forma en que se reafirma y testifica, y leída esta su declaración dijo estar conforme que es de edad de cincuenta años y firmo.

 Mediante concluidas estas diligencias se declare por medio del fiscal Capitán Don José y Don Juan José Hurtado y Pozo Teniente Mayor de este pueblo de la Sabana de Ocumare.

 Nicolasa Laya contestó que conoce de vista, trato y comunicación a Josefa Meneses y que es esclava del Padre José Mondragón.

 Se pregunta qué individuos se hayan comprometidos en la causa que se forma contra Josefa Meneses. Y se da  pena por la declaratoria de la acusada.

Con lo descrito en el sumario se prueba como están a favor de la independencia. Contra Francisco Luis no se puede hacer nada porque hay un solo testigo que es Josefa Meneses y asegura que huyó bajo el día  que se cantaba la patria, según lo dispuesto con los emigrados de Curazao y Santomás en cuyo proyecto estaban inclusos.

 Según declaraciones de Meneses acerca de lo que le habían proferido gritar la patria.

Entre las reuniones secretas y sospechosas con las confesiones de Josefa Meneses niega saber lo que se habla de cerca en las reuniones.

La Justicia sabía que en casa de Eusebio Acosta se reunían con Francisco Luis, con Ciriaco Betancourt, Pio Machillanda y un tal Acosta se trataban varios puntos sospechosos.

 Todo esto es falso ya que Ciriaco Betancourt al nueve mes falta en esta capital, según declaraciones tomadas en esta acusación, Francisco Luis resulta faltar diez meses en esa casa, Pio Machillanda está vendiendo en la pulpería de Acosta

El tribunal decide que es una denuncia falsa y así para no obrar en vano y evitar se hagan interminables las acusaciones ,oblíguese al denunciante a probar lo que delata bajo el más severo castigo y no hallando en esta causa contra quien pueda procederse directamente a mi parecer que a Ciriaco Betancourt, Pio Machillanda y Miguel Narváez, Don Eusebio Acosta y Alexandro, sean puestos con libertad con atención a cuanto se les imputa  y lo mismo resulte con Josefa Meneses al no saber la pena que merece el que no delata a tiempo oportuno conversación perjudiciales al gobierno encargándole  al amo de quien dependa sea más exacto en la educación de sus súbditos. 

Archivando este sumario, se aprehenda y  se presente a Francisco Luis y pueda procederse contra él.

Este es el dictamen final 21 de Noviembre de 1815.

Se dejan libres de cargo y se les pone en libertad.

Remita de lo que resulto de este sumario para oficio al teniente de justicia mayor de la Sabana de Ocumare a fin de que aprehenda a Francisco Luis comprendido en esta causa la primera ocasión que se le presentase.

Y a la esclava Josefa Meneses le castigase con veintinco azotes de dolor para que le sirvan de corrección, amonestando a sus amos reprendan la localidad de esta y sean más exactos en su educación.
Caracas 28 de Noviembre de 1815: Archivar en Policía.

En tanto,  el “escarmiento” que se impone a Josefa Meneses; castigo de 25 azotes,  no es más que la expresión de un sistema absolutamente  misógino, propio del régimen colonial dominante.

Fueron numerosos los escoyos  que vivenciaron las mujeres desde la conquista y colonización, entre los males, enfrentaron violaciones, juicios, matrimonios forzados, bajo una estructura de autoridad  y opresión, trasladada a las prácticas cotidiana heredadas de los invasores españoles.

Se subraya con este fragmento histórico a una heroína independentista  y esclavizada, quien forzosamente traspasó el riesgo de perder su vida y ser encarcelada por un fin que fue determinante y logrado. 

En Venezuela, hoy se exhibe su  faena de insurgente  la cual destacó durante la gesta independentista y es en la actualidad de este Siglo XXI,  donde se ha logrado redescubrir y permitir el realce de la mujer revolucionaria de la época colonial desde las fuentes primarias y mostrarla como una mujer fuerte, arriesgada, subversiva, participativa y protagónica

Cabe mencionar, que con las características anteriores, se  demuele  el esquema de una historiografía auto simulada, donde la mujer en la independencia era vista como apolítica, dominada y como simple víctima espectadora, Además de permanecer simplemente en funciones de esclavizadas y domésticas aplicadas al cuidado y servicio.

Es esta falsa historiografía la que se  diseñó para  encubrir a las  revolucionarias, dando a mostrar  que  la mujer era vista con poco poder político y económico durante la lucha independentista. 

Con el denominado humanismo naciente en Italia, durante los Siglos XIV Y XV, luego expandido por Europa y en especial España, tenían la concepción de que la mujer debía permanecer en constante silencio, ser callada, hablar poco. Esta disposición misógina era heredada de concepciones aristotélicas e incluso, soportadas por la iglesia.

Juan de la Cerda en: Vida Política de todos los estados de las mujeres, 1599, disponía: “Muy sano consejo es para las mujeres rogarles que sean calladas, pues son poco sabias”.[…] y sigue enfatizando: 

“es justo que se precisen callar todas, así aquellas a quienes les conviene encubrir su poco saber como las que pueden sin vergüenza descubrir lo que saben, porque en todas no es sólo condición agradable, sino virtud debida, el silencio y el hablar”

 Concreta percepción y práctica,  heredada y diseminada en los hacedores de justicia en tierras americanas como Venezuela, proceso donde se observa una herencia en esta persecución a Josefa Meneses por haber proferido palabras que no debía decir según la el sistema de justicia impuesta desde España.


* El presente ensayo forma parte de la investigación de la Doctora Ana Yin, titulada La Presencia femenina durante la gesta independentista de Venezuela y demás contextos históricos. Heroínas insurges, realizada para el Instituto de Investigaciones Estrastégicas sobre África y su Diápora, con el fin de visibilizar a las aguerridas mujeres venezolanas, cuya existencia es casi totalmente desconocida. Esta es la primera entrega de esta fascinante investigación, muy a propósito del Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente y del lanzamiento de la Catedra de la mujeres negras y afro del Sur Global
Fuente Primaria de la Investigación  Archivo General de la Nación, Sección Causas de Infidencia, tomo XXVIII, exp. 2, fs. 32.
Publicado por AiSUR
Premio Nacional de Periodismo Necesario Aníbal Nazoa 2020, Venezuela.

 


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