Kuczynski o como avergonzar a un continente
En Venezuela, a partir del año 1999, está en marcha el proceso revolucionario bolivariano, lo cual, se ha convertido en un ejemplo a seguir en nuestra región. Por esta razón, las elites gobernantes de derecha, han desatado de manera sistemática una campaña mediática a nivel nacional e internacional, en contra de nuestro país. Venezuela, ha sido objeto de una agresión injerencista, por parte de diversos mandatarios de la región. Es el caso del primer mandatario del Perú, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), muy dado, cual gatillo alegre a ofender a los países latinoamericanos, y en caso especial, a Venezuela.
El gobernante peruano realizó una visita realizada a los EE.UU. para rendirle cuentas a su jefe, sin tomar en cuenta su condición de presidente de un país “soberano”, que está al mismo nivel que cualquier mandatario del globo terráqueo. En adulancia nunca antes vista, de manera pública, hacia el gobierno del norte, expresó lo siguiente el día 3 de mayo:
“Estados Unidos se enfoca en aquellas áreas donde hay problemas. (…). No invierte mucho tiempo en América Latina pues es como un perro simpático que está durmiendo en la alfombrita y no genera ningún problema, pero señaló, que Venezuela, era la excepción, ya que es un gran problema”. (Telesur, 2017 , pág. 1).
La expresión demuestra la subordinación de la oligarquía peruana a los imperios. Nunca aprendieron.
Cuando el Libertador Simón Bolívar, los liberó del yugo español, a los cuales estaban sometido y al que muchos oligarcas pretendían seguir siendo súbditos, se vio en la necesidad de tomar medidas drásticas para apaciguar aquellos focos de anarquía por parte de las elites peruana.
La batalla de Ayacucho (1824), supuso el fin de la dominación española en Perú y en el continente. “Tras la liberación, “el Congreso peruano le otorga el inmortal título honorífico de “Padre de la Patria” y le obsequia una espada como tributo”. (Zapata, 2007 , pág. 1). Pero, cuando Bolívar, se traslada a Bogotá, enseguida las elites limeñas le desean su muerte puesto que la independencia quitaba a los mantuanos sus absurdos privilegios. “Cundieron en Lima los gritos de “Muera Bolívar” y ese mismo Congreso que lo honró, lo declaró enemigo del Perú”. (Zapata, 2007 , pág. 1).
De manera deplorable, la oligarquía peruana, cree que puede borrar a Bolívar del imaginario colectivo peruano, que se siente bolivariano. Pero la historia, no la cambian las elites, sino los pueblos.
El perrito agachadito, dormidito en su alfombra, y con un collar colocado en el cuello, sometido por su amo Donald Trump, tuvo una respuestas inmediata por parte del Presidente Nicolas Maduro donde le dijo contundentemente:
"Usted (Kuczynski) dice que Venezuela se porta mal, nosotros lo que estamos es haciendo una Revolución". (Telesur, 2017, pág. 1).
¿De dónde viene PPK? Historia de un corrupto
El inicio de la trayectoria política de PPK, se remonta al año 1967, donde se desempeñó sucesivamente desde enero de 1967 a abril de 1969, como asesor económico y gerente general del Banco Central de Reserva (BCR). Con la ayuda que le suministraron los lobista gringos para que por intermedio del Fondo Monetario Internacional (FMI), ocupara dicho cargo.
Pedro Pablo Kuczynski, para el pueblo peruano, es un personaje siniestro que se moviliza tras bastidores, como lo demostró cuando estuvo como asesor económico en la administración de Fernando Belaúnde Terry, y posteriormente, como funcionario del general Velasco Alvarado, en 1968. En ese momento, su imagen se vio envuelta en actos de corrupción al favorecer, a unas compañías transnacionales estadounidense. De este modo, la INTERNATIONAL PETROLEUM COMPANY (IPC), usufructuó de un régimen tributario especial que le permitió eludir en lo sustancial el pago de impuestos sobre el petróleo que extraía en la Brea y Pariñas. “La IPC, pudo llevarse ese mes del Perú el equivalente de US$ 105 millones (al día de hoy). La empresa, logró extraer del sistema financiero dichos fondos gracias al apoyo recibido de Pedro Pablo Kuczynski, a la sazón uno de los seis gerentes del Banco Central de Reserva que aparece en la relación de funcionarios publicada en la Memoria 1968 de dicho banco”. (ARMANDOTRAVEZ, 2011, pág. 1).
Ante las evidencias, de corrupción, Kuczynski, optó por eludir a la justicia, y huir del país a través de la frontera con Ecuador. Su fuga, se produjo escondida en el maletero de un auto, acondicionado para tal fin, y poder dirigirse a los Estados Unidos, para ocultar sus actos de corrupción.
El gobierno militar, optó por suspenderle la nacionalidad peruana. En esa oportunidad, el gobierno del general Velasco Alvarado denuncio a PPK de ser un agente de los EE.UU. al servicio de las empresas transnacionales y de favorecer sus intereses. También, fueron investigados familiares del hoy presidente del Perú. Rodríguez Pastor, y otros cómplices fueron enjuiciados por sus actos de corrupción, en favor de la IPC y en contra de los intereses del Perú.
Cuando Belaunde, es elegido por segunda vez como presidente, en 1980, PPK, vuelve al gobierno, como ministro de energía, y emite la perjudicial Ley 23231 (Ley Kuczynsky). “Por la que exoneró por más de US$ 500 millones a las empresas petroleras extranjeras, entre las que figuran la Occidental Petroleum con US $ 1662 millones de remesas al exterior. (TRAVEZ, 2011, pág. 1).
En el gobierno de Alejandro Toledo vuelve a ocupar altos cargos, primero como ministro de energía y después como ministro gobierno. Se reitera la conducta de este siniestro personaje, quien utilizó dichos ministerios, como es su costumbre para favorecer a la empresa transnacional Hunt Oil:
“Otro caso sonado fue su participación en el proyecto Gas de Camisea como asesor de participio del diseño de la empresa para solicitar el lote 56 y como ministro le entrego a esta misma empresa ese lote que tenía reservas probadas de gas para que lo dedique a la exportación. En 2005, en calidad de primer ministro del gobierno de Alejandro Toledo, promovió el cambio de la ley para que el gas del lote 88, reservado para el consumo interno también se dedique a la exportación favoreciendo a la empresa Hunt Oil”. (Mula, 2016, pág. 1).
Mordiendo a Venezuela
PPK, llega a la presidencia del Perú, el día 28 de julio de 2016, con el apoyo de sus amigos tradicionales, el gobierno de EE.UU y las empresas transnacionales. Desde entonces, este señor, que se autodefine como “perrito simpático”, siempre leal a su amo estadounidense, obedece las órdenes de Washington, de arremeter contra la Patria de Bolívar:
“La cruzada regional del presidente peruano tiene como objetivo Venezuela. En septiembre de 2016, habló de un "eventual colapso" en ese país, una situación de alarma que incita a una intervención directa internacional”. (Telesur, 2017, pág. 1).
Evidentemente, la injerencia hacia Venezuela, por parte del gobierno peruano, se ha profundizado de manera sistemática. A partir del 10 de marzo del presente año, se agudiza el enfrentamiento entre ambos gobiernos, por las declaraciones de PPK. “De conformar un "grupo de apoyo" en la región para propiciar una "transición ordenada" de gobierno en Venezuela”. (Telesur, 2017, pág. 1). Por su parte, el primer mandatario venezolano Nicolás Maduro, calificó estas declaraciones de injerencistas y recomendó a PPK dejar de inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela.
Prosiguiendo con su política injerencista, el gobierno peruano, a través de su canciller Ricardo Luna, el día 17 de marzo del presente año, expresó lo siguiente:
“El gobierno de Perú considera que se debe invocar la Carta Democrática Interamericana para que la Organización de Estados Americanos (OEA) pueda abordar la crisis que afecta a Venezuela. (…). "Invocar dicha carta no significa suspender y aislar a un país, sino utilizar las diversas opciones que ofrece para comprometerlo en la solución del problema". ( EFE, 2017, pág. 1).
La Canciller Delcy Rodríguez hizo un llamado a la comunidad internacional, para denunciar el grave atropello que se estaba efectuando en el seno de OEA, en contra de Venezuela. "Alertamos a la comunidad internacional a no dejarse engañar bajo la falsa máscara de que no se quiere agredir a Venezuela, que solo se quiere discutir sobre la situación en Venezuela". (EFE, 2017, pág. 1).
En la última Reunión de Cancilleres de la OEA realizada en Cancún, México, el gobierno peruano, prosigue de una manera descarada su política intervencionista en contra del gobierno de Venezuela. En esta ocasión, rechaza la convocatoria a la Asamblea Constituyente, por el presidente Nicolas Maduro, realizada legitimamewnte, de acuerdo a la Constitución Nacoional. “Perú está convencido que debe dejarse sin efecto de inmediato la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente porque esta crearía un poder paralelo a la Constitución”. (AP, 2017, pág. 1), afirma erróneamente el funcionario peruano.
¿Cuántas veces, la clase política peruana, ha realizado una consulta popular para que sus ciudadanos elijan su destino? Imposible mientras la oligarquía esté en el poder.
El gobierno de Venezuela, respondió de una manera contundente a las declaraciones del canciller peruano, a través de la Canciller Delcy Rodríguez, quien repudió este martes las declaraciones del representante peruano en contra del proceso Constituyente que se realiza en la Patria de Bolívar.
No es Perú, ni nadie para dar instrucciones al poder público nacional en Venezuela y a un país soberano e independiente. Exijo respeto y que se entienda que este tipo de posiciones (intervención del Perú en los asuntos internos de Venezuela) lo que alienta es que la oposición violenta, cobarde que dice ser mayoría electoral, pero que se niega a participar en un proceso democrático y electoral como es la Asamblea Nacional Constituyente (ANC); realice una guerra en la Patria de Bolívar”…. (Hernández, 2017, pág. 1).
