La ciudad de Mbanza Congo, en el norte de Angola, ya cuenta hoy con la certificación de patrimonio mundial de la humanidad otorgado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El centro histórico de la urbe presenta un valor universal excepcional, explicó la directora del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco, Mechtil Rossler, al considerar que el proyecto contribuirá a la integración social, cultural y al desarrollo sostenible de toda la subregión de África central.
Por su parte, la ministra de Cultura, Carolina Cerqueira, quien viajó a París para recibir el documento, agradeció el apoyo a Angola en la identificación y valorización de los atributos históricos, culturales y religiosos de Mbanza Congo, la capital del antiguo Reino del Kongo, que se extendió por los actuales territorios de Angola, República Democrática del Congo, Congo y Gabón.
Dijo que la preservación y protección del patrimonio cultural forma parte de la agenda política y del Programa Nacional de Desarrollo, a lo que añadió que preparan una cátedra especializada em materia de patrimonio cultural.
En Cracovia, Polonia, el pasado 8 de julio Luanda consiguió inscribir su primer sitio en la lista de patrimonio de la humanidad, una aspiración que no consiguió hasta el momento otra decena de lugares, entre los que se incluyen fortalezas e iglesias.
Mbanza Congo era a la llegada de los colonizadores en el siglo XVIII una de las ciudades más grandes del continente, y desde ella salieron miles de esclavos que poblaron Europa y América.
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, enalteció el papel de Angola en la valorización del patrimonio mundial y en la búsqueda de una cultura de paz, que promueve la amistad, la cooperación y el desarrollo sostenible.